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Opinadores de tragedias

Permítame comenzar este artículo con fragmentos de una poesía de Bukowski, que también da el sentido al título: “Los oledores de tragedias están por todos lados, se levantan a la mañana y empiezan a encontrar las cosas mal. Y se sumergen en la rabia, una rabia que dura hasta que se van a la cama, e incluso ahí se retuercen en su insomnio, incapaces de quitar de sus mentes los pequeños obstáculos que han hallado. Se sienten en contra, es un complot.

Y por estar constantemente furiosos sienten que siempre tienen razón… En realidad están asustados, como siempre quieren tener razón, fustigan sin cesar… es un mal, una enfermedad de esa raza”.

El 2015 partió, como no puede ser de otra manera, con pronósticos acerca de la economía global en general y de la boliviana en particular. Un hilo conductor es la caída de los precios del petróleo. Entre los que más llaman la atención están los pronósticos de los “opinadores”, apelativo usado por las autoridades de gobierno para referirse a los “analistas” de oposición. Hoy, estos “analistas” parecen llevar con orgullo este distintivo; con la caída de los precios del petróleo se cumplieron sus más anhelados y excitantes sueños, de ahora en más, esperarán que el tiempo les dé la razón ¿o no?

No importa cuánto tiempo, papel y tinta gaste en explicar (no solo yo, también organismos internacionales) los logros sociales, económicos, de legitimidad y estabilidad política que se alcanzó desde el 2006. Siempre estarán ahí los precios internacionales, el santo grial de los “opinadores”. Tampoco soy tan ingenuo como para no darme cuenta de que los precios fueron uno de los principales factores de este fenómeno, pero no taxativos a éste. También soy consciente de que hay temas pendientes, usted ya verá cuáles, pero déjeme señalar un documento que es propositivo.

La Agenda Patriótica 2025 plantea 13 pilares para el bicentenario del país. Me voy a concentrar en cuatro pilares que, más allá de los rimbombantes y folklóricos nombres, permitirán al país ser menos dependiente de la variación de los precios de las materias primas. 1) Salud, educación y deporte. 2) Soberanía científica y tecnológica. 3) Soberanía productiva con diversificación y desarrollo. 4) Industrialización y comercialización.  

Gracias a los tiempos felices (2003, en cuanto a precios internacionales), Bolivia alcanzó niveles históricos en reservas internacionales, inversión pública y externa; un sistema financiero sólido, acceso al mercado financiero externo y entró a los albores de la industrialización; estos elementos nos permitirán alcanzar los cuatro pilares señalados, en la hipotética época de vacas flacas.

¿Que la caída de los precios del petróleo nos afectará? Sí, puede apostarlo, pero es hora de ser propositivo; de momento, el Gobierno ya aceptó esta posibilidad y se está reuniendo con los sectores productivos; se tendrá que evaluar la política fiscal, monetaria y cambiaria; pero créame, no es hora de entrar en pánico ni dejarnos vencer por los obstáculos. Si los precios del petróleo nos afectan significativamente, no habrán ganado los opinadores, no habrá perdido el Gobierno, no perderá este opinador, perderá Bolivia. Es hora de trabajar y opinar menos.