En todo proceso de industrialización e innovación tecnológica la capacitación de los recursos humanos es vital. Bolivia atraviesa un salto cualitativo económico, con un crecimiento del PIB per cápita de $us 1.010 en 2005 a más de 3.000 en 2014, gracias a un manejo responsable de los recursos provenientes de la exportación de las materias primas. La consolidación de un progreso acelerado se plasma con la industrialización de las antes mencionadas materias primas, para lo cual en los actuales proyectos productivos implementados por el Estado es imperante la inversión en ciencia y tecnología.

El término ciencia deriva de la palabra latina scientia, que significa conocimiento; ya que precisamente es a partir de los conocimientos generados por medio de la ciencia que se desarrollan las tecnologías. El término tecnología deriva de la palabra griega techne, que significa técnica u oficio, y logia, que significa estudio. La tecnología está relacionada con el diseño, implementación y desarrollo de soluciones de problemas, así como también con la creación de nuevos productos que contribuyen a facilitar, mejorar y satisfacer la vida de las personas.

A manera de avanzar en la ciencia y tecnología en el país, se enviarán 100 profesionales bolivianos para que cursen  estudios de posgrado, en su mayoría maestrías, a universidades de renombre mundial; una clara señal de nuestro presidente Morales para impulsar el camino de la investigación y la proactividad industrial.

El país cuenta en la actualidad con una masa crítica de investigadores y científicos técnicos a nivel de doctorado, por lo que se gestiona como política de Estado la materialización de la “Ciudad del conocimiento” en Cochabamba, para fortalecer no solo los proyectos industrializadores, sino también mejorar la calidad de vida de los bolivianos. La ciudad del conocimiento en Bolivia es un gran paso científico y tecnológico, que contemplará dentro de su infraestructura: a) un museo de la ciencia para incentivar a niños y jóvenes con la exposición didáctica del conocimiento universal y el conocimiento ancestral milenario, desde la cultura wankarani, pasando por la chiripa y la tiwanakota, hasta la incaica, tomando en cuenta además ciencias como la astrología, riego, construcción, etcétera. b) Laboratorios de investigación en áreas tecnológicas de aplicación en Bolivia, como por ejemplo la exploración de hidrocarburos, petroquímica, energía nuclear, telecomunicaciones, minería, medicina, recursos evaporíticos, etc. c) Una incubadora de empresas para promover los hallazgos científicos a nivel empresarial, coordinando con las empresas estratégicas del Estado. Por caso, el mercado de la industria farmacéutica global mueve cerca de 400 billones de dólares anuales, con especial énfasis en empresas de Norteamérica y Europa, por lo que el Estado también avizora la producción de medicamentos genéricos en Cochabamba, y que mejor escenario que la Ciudad del conocimiento para la investigación y desarrollo de estos productos. 

Dentro del proyecto se espera realizar un magno congreso en la ciudad de Cochabamba en mayo del presente año, que aglutine a las instituciones y entidades llamadas a enriquecer este proyecto, entre las cuales podemos mencionar a las universidades, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, el Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba, el Gobierno central, organizaciones sociales, etc.. En este congreso se tratarán temas como la microlocalización, la inversión para la infraestructura y equipamiento, líneas de investigación, presupuesto de operación y resultados esperados.