Cajetillas genéricas
Sería deseable que en Bolivia también se baraje la posibilidad de uniformizar las cajetillas
El Parlamento británico acaba de aprobar una ley que establece la uniformidad de todos los paquetes de cigarrillos en su territorio a partir de 2016. Además de ir acompañadas con fotografías y mensajes sobre los efectos nocivos del tabaco en la salud, desde el próximo año las cajetillas en el Reino Unido deberán ser de color café y con las mismas características.
Por ejemplo, la norma establece que la marca sea escrita en letra pequeña y con una tipografía homogénea, el logotipo será excluido y las advertencias sanitarias deberán ocupar el 75% de la parte frontal de los envoltorios y el 90% de la posterior con imágenes de tumores cancerígenos o de bebés enfermos por causa del tabaco.
Otras naciones están siguiendo muy de cerca este proceso, pues estudian la posibilidad de aplicar medidas similares, y Bolivia no debería ser la excepción. De hecho, Australia fue el primer país en aplicar esta medida, luego de una prolongada y costosa lucha en contra de las tabacaleras, que gastaron ingentes cantidades de dinero para evitar el empaquetado genérico de los cigarrillos, con un ahínco digno de mejor causa. Y es que, como bien se sabe, las multinacionales emplean colores intensos y diseños seductores para atraer nuevos clientes, especialmente entre las nuevas generaciones.
Huelga recordar que si bien las consecuencias del tabaco se manifiestan de manera paulatina, sus efectos se presentan desde el primer cigarrillo. Según señalan los expertos, la nicotina, poco después de ser aspirada, alcanza el cerebro y el monóxido de carbono empieza a interrumpir el flujo normal de los glóbulos rojos en el cuerpo. Al mismo tiempo, los pulmones se llenan de sustancias tóxicas que son transportadas y expandidas por el sistema circulatorio a todos los órganos en reemplazo del oxígeno, provocando la aparición de múltiples tumores.
Por otra parte, las enfermedades respiratorias (bronquitis, neumonía, enfisema…) inciden en mayor proporción y con más fuerza entre los fumadores, pues, a largo plazo, el tabaco erosiona los sistemas bronco pulmonar y cardiovascular. Como consecuencia de estos impactos, aproximadamente 6 millones de personas mueren cada año, de las cuales el 10% son fumadores pasivos, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
¿Y qué pasa con el medio ambiente? Un estudio divulgado en 2012 por British Medical Journal (BMJ) concluye que las colillas (que retienen parcialmente las sustancias tóxicas del tabaco) son la forma más extendida de basura medioambiental en el mundo. Dato que no sorprende si se toma en cuenta a los cerca de 5.600 millones de cigarrillos que se fuman anualmente. Por estos y otros motivos, sería deseable que en Bolivia también se baraje la posibilidad de uniformizar las cajetillas con el fin último de reducir el consumo de tabaco.