Elecciones subnacionales
Los diferentes niveles de gobierno tienen la obligación de aunar esfuerzos en beneficio de los ciudadanos
Uno de los avances políticos más importantes realizados en Bolivia a partir de la nueva Constitución Política del Estado y efectivizado mediante la Ley Marco de Autonomías es la creación de los gobiernos autónomos subnacionales, cuyas autoridades serán elegidas el 29 de marzo.
La Ley Marco de Autonomías posibilita que Bolivia tenga gobernadores, alcaldes, asambleístas y concejales electos mediante voto democrático y directo, los que tienen las atribuciones de legislar, administrar, reglamentar y ejecutar, y que además cuentan con los recursos económicos necesarios para llevar adelante esas funciones. Como este tipo de elecciones es novedoso para los bolivianos, tal vez la población aún no ha comprendido su trascendencia, en las que literalmente se juega el destino del país, ya que todos los temas que son de importancia para la ciudadanía, desde la salud hasta la educación, pasando por el desarrollo económico y la seguridad ciudadana, son transversales a los tres niveles de gobierno.
En ese sentido, el Gobierno nacional, los gobiernos departamentales y los municipales tienen la obligación de aunar esfuerzos para efectivizar proyectos en beneficio de los ciudadanos, por lo que las autoridades que se vayan a elegir para las gobernaciones y alcaldías tienen que tener la capacidad y voluntad de coordinar con los otros niveles de gobierno y dar así operatividad a las tareas dirigidas a cumplir con las políticas nacionales de desarrollo. No obstante, en los últimos años, esos niveles de coordinación no han sido posibles en algunas regiones por la falta de voluntad política de ciertas autoridades locales, hecho que ha obstaculizado la satisfacción de las necesidades ciudadanas.
Un ejemplo de lo mencionado fue lo sucedido en el Beni durante las inundaciones del año pasado, ocasión en la que el Gobierno nacional, el departamental y el municipal no solo actuaron de forma inconexa e inconsulta, sino que además la Gobernación se lavó las manos a la hora de establecer responsabilidades sobre la prevención del desastre. Por este motivo, las elecciones de gobernadores, asambleístas y alcaldes del 29 de marzo reviste extraordinaria importancia para el desarrollo del país en los próximos cinco años. Si bien el 12 de octubre de 2014 el pueblo boliviano respaldó al MAS con el 61% de los votos, como una señal contundente para profundizar el proceso de cambio, resultaría contradictorio que en las próximas elecciones el voto se disperse, dando paso a la elección de autoridades regionales que no desean establecer acciones conjuntas de trabajo con el Gobierno nacional, hecho que finalmente restaría al país y a la población el beneficio de una coordinación indispensable entre los tres niveles de gobierno.