Estatuto: la primera batalla de Patzi
Batallas con/sin música. Cuando todavía era candidato, el recién electo gobernador de La Paz, Félix Patzi Paco, anunció/asumió un desafío que ha reafirmado luego de los comicios: parar la aprobación del estatuto autonómico departamental. Nada menos. Es la primera batalla que habrá de enfrentar. “Hay que luchar para parar (el estatuto), veré cómo hago”, declaró. “Es casi imposible”, le respondió un asambleísta. “El referendo es irreversible”, subrayó el Ministro de Autonomías.
¿Por qué don Félix se compró, para su estreno como primera autoridad de La Paz, semejante batalla? Motivos no le faltan. Asegura que el (proyecto de) estatuto departamental es centralista, mantiene el esquema de la vieja prefectura, genera dependencia respecto al Gobierno central, limita la gestión de recursos propios, no representa bien a las provincias… Claro que, en estos menesteres, no basta ser razonable. Patzi sabe que su afán requiere no solo recursos, sino tiempo. Y no los tiene.
A reserva del debate sobre el contenido del estatuto paceño, la pregunta clave, hoy, es muy simple: ¿se puede dar no uno, sino seis pasos atrás como pretende el gobernador electo? ¿Seis pasos atrás? Veamos: convocatoria a referendo, asignación de presupuesto, constitucionalidad de la pregunta, declaración constitucional del estatuto (primero parcial, luego plena), aprobación del proyecto por dos tercios de la asamblea, elaboración participativa del Estatuto. Tarde, Félix llegó demasiado tarde.
Pero aunque el tiempo estuviese a su favor, resulta evidente que el solariego Patzi —uno de los fenómenos políticos más interesantes de los recientes comicios— no tiene la musculatura suficiente para librar su primera batalla. Para modificar el actual itinerario/rumbo del estatuto necesitaría dos tercios de asambleístas departamentales. Y ni siquiera tiene mayoría. Peor aún: deberá enfrentar un escenario de gobierno dividido con el MAS dispuesto al bloqueo institucional con cara de vendetta.
¿Podrá el flamante gobernador frenar la aprobación del estatuto en el referendo del próximo 12 de julio? Parece remoto. Más todavía si consideramos la tónica anunciada por el seguro presidente de la Asamblea Departamental, Gustavo Torrico: “ponemos música y Patzi baila, la cortamos y Patzi se sienta: es así”. ¡Qué tal! La mayoría azul en la Asamblea tiene un plan: implementar el programa de gobierno de la derrotada Felipa. Y en ello no caben frenazos autonómicos.
Así las cosas, no es necesario abonar pesimismos para prever que don Félix será derrotado en su primera batalla, como señal/anticipo de lo que vendrá. Claro que también puede concentrar todas sus fuerzas, otra vez, en las urnas; esto es, renunciar a parar el referendo y, más bien, hacer campaña por el NO al estatuto. Demás está decir que en este escenario sus posibilidades de victoria son también limitadas. Quizás tenga que buscar rápidamente otra batalla de salida/emergencia.
Como sea, más allá del tropiezo precoz del gobernador electo, lo que debiera preocuparnos a las y los habitantes de La Paz es el contenido del estatuto que, si acaso, habrá de regir nuestro horizonte autonómico departamental. ¿Por qué tendríamos que aprobarlo? El problema es que nos están convocando a una consulta acerca de un estatuto que, por ahora, muy pocos conocen. “No tenemos dinero para la socialización”, lamenta el presidente de la Asamblea. Así no hay autonomía posible.
Volvamos a la batalla inaugural de Patzi Paco. Al calor de la campaña en las elecciones subnacionales ejercitó un curioso salto al año 2019 para anunciar que será el sustituto de Evo. “¿Por qué no?, desafió en un programa televisivo. Habrá que esperar. Claro que, vistas las cosas, antes de su hipotético desempeño en las próximas-distantes elecciones presidenciales, don Félix tendrá que enfrentar al DJ Torrico, un rival inesperado que hoy, desde la Asamblea Departamental, promete hacerle zapatear adobes.