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Michael Jackson boliviano

Cuando en la tele lo vimos aparecer, después de un prolongado silencio en los medios de comunicación, fue toda una sorpresa, con contenidos profundamente políticos: un afrodescendiente adinerado que se permitía blanquearse ante un mundo racista. Ciertamente se trataba de un desafío, algo así como decir: “Un afrodescendiente con dinero puede hacer lo que quiera, incluso ser blanco”.

El resultado de las últimas elecciones en La Paz, en este nuestro espacio de vida, amor y lucha, requiere reflexiones útiles para continuar con el proceso de cambios revolucionarios. La terrible elección de Soledad Chapetón y de Félix Patzi nos compromete mucho más en la lucha. Empecemos por analizar los discursos de Patzi, porque la Soledad está sola, en medio y al servicio de una derecha neoliberal legitimada por el voto alteño, pero que no tiene nada que proponer, excepto jurar que no van a ser como el Patana. Sin embargo Patzi sí tiene un discurso, y es de lo más nocivo para el proceso de cambio. Destruye el camino, abierto en octubre de 2003, de la identidad ancestral con nuestras raíces de pueblos originarios. Identidad que nos ha permitido darle sentido a ser bolivianas y bolivianos en estos nueve años.

No fue la burguesía nacional, por mediocre, incapaz y desarraigada, la que nos dio elementos para dignificarnos. Tampoco fueron la izquierda pragmática ni la ultraizquierda berrinchosa las que condujeron a los procesos que hoy nos permiten pararnos frente al capital, el racismo y el patriarcado. Fueron las organizaciones sociales de nuestro pueblo las que abrieron el proceso.

Cuando Patzi habla de un proyecto político de una clase media aymara que se encontrará con una clase media mestiza, dice que si eres hijo de aymara y te pones terno, estudias, tienes tu casa, tu auto, entonces ya no eres indio ni eres del pueblo, eres clase media, te blanqueas. Como si las hijas e hijos de indios e indias, como yo, no pudiéramos estudiar, tener casa, auto y seguir siendo indios de nuestro pueblo trabajador y apostar por el proceso de cambio.

Eso es lo jodido del discurso de esta derecha racista, que reniega de su origen, se blanquea y le sirve a los intereses del capitalismo; ahora tendremos indios blanqueados proponiendo elementos teóricos y políticos aprendidos con el pueblo para que hagan mierda el proceso revolucionario y nutran al patriarcado capitalista racista colonial en su versión indígena; camino que hace tiempo empezó otro indio blanqueado, Víctor Hugo Cárdenas.

Seguramente los renegados, los pragmáticos y los derechistas infiltrados en el MAS se van a escandalizar con lo que digo, pues ellos han hecho crecer todo este discurso de lo mestizo y la clase media, que hoy se concreta en blanqueamiento y desclasamiento. No tengo espacio para continuar con estas reflexiones, en mi próxima columna desarrollaré nuestra tesis de la identidad, que no es simplista como decir que negamos la posibilidad de ser diferentes, afirmamos el gusto de ser diferentes y a la vez nos afirmamos en el proyecto político, y eso es lo que pusieron en peligro los resultados de las elecciones con Patzi, el Michael Jackson boliviano.