Desde la semana pasada, los usuarios de WhatsApp, una de las aplicaciones más populares para celulares inteligentes, tienen la posibilidad de interactuar con otras personas en cualquier parte del mundo ya no solo a través de palabras escritas, sino también por medio de llamadas de voz, a un costo bastante inferior al de las tarifas telefónicas normales.
Si bien no es la primera aplicación que proporciona este tipo de servicio, pues ya antes existía en el mercado herramientas similares como Viber, la diferencia con el resto estriba en la gran cantidad de usuarios que ya utilizan esta aplicación (aproximadamente 600 millones, según el director ejecutivo de esa compañía). Cifra exorbitante que naturalmente facilita su empleo, y por esa misma razón se teme que las empresas telefónicas se den maneras para bloquear este servicio.
No obstante, en Bolivia, la ATT informó el martes a este diario que no tiene la intención de regular, al menos por ahora, el uso de ésta o de otras aplicaciones. Lo que sin duda constituye una muy buena noticia para los usuarios, quienes pueden ahora conversar con muchísimas personas, dentro y fuera del país, a un costo bastante accesible. Además, para poder competir, las compañías de teléfono locales deberán esforzarse por ofrecer un mejor servicio y a menores precios.