Icono del sitio La Razón

‘Ch’ampa’ guerra en la UMSS y sus similitudes

Estos últimos días hemos presenciado las movilizaciones de estudiantes de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba, rechazando la titularización por antigüedad de docentes que trabajan varios años. Por diferentes medios de comunicación hemos escuchado declaraciones de las autoridades de la UMSS, de los docentes y estudiantes, y me atrevo a decir que este problema es similar en todas las universidades del sistema nacional estatal. La diferencia es que aún no ha estallado en el resto de las universidades públicas, tal como está ocurriendo en la UMSS; no obstante, ello podría ocurrir en cualquier otro momento.

Hay un tema de fondo en este problema, la excesiva burocracia y las múltiples interpretaciones de las reglas del juego administrativo que existen para acceder a las cátedras y/o a las titularizaciones. En los últimos años fácilmente se puede identificar cerca de 30 requisitos que se deben cumplir para dictar cátedras en alguna de las carreras del sistema universitario. Esto hace que la calidad académica baje, pues los buenos docentes (con producción académica de alto nivel y gran experiencia) deciden no postularse, sabiendo que es poco probable que aprueben sino tienen “padrinos”; y los pocos que logran, ya en condición de docentes interinos les toca pasar una suerte de vía crucis académica, pues tienen que postular cada año y eso es apostar siempre “a ver si gano”, por cuanto siempre cabe la posibilidad de que aparezcan los juegos de camarillas que podrían inhabilitarlo, o que algún director los tenga como “apoyos seguros”; en fin, así de enredada y burocrática es la administración académica.

En ese sentido, es absolutamente comprensible la lucha de los estudiantes de la UMSS que no quieren que se titularicen aquellos docentes que no tienen producción académica y menos experiencia. Pero también está claro que en medio de este barullo de la comunidad universitaria existen docentes interinos con interesante producción académica y profesional, que cumplen de sobra los requisitos exigidos por las universidades. Es lamentable decir que el número de buenos docentes e investigadores con perfiles académicos internacionales es cada vez menor, pues con la ley financial no se permite ganar más que el Presidente del Estado Plurinacional. Esta ley lo único que ha hecho es que los docentes ganemos los sueldos más irrisorios en comparación con otros países.

¿Qué hacer frente a esta autoestrangulación burocrática universitaria? Es preciso refundar el manejo administrativo según necesidades claras y para estos tiempos y sobre todo abrir puertas a los “maestros docentes” que se apartaron o no quieren enredarse bajo estos juegos nada claros. El anuncio del Segundo Congreso interno en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) nos da alguna esperanza para subsanar estos viejos problemas, pero siempre que se posibilite una mayor cantidad de personas de las ya estatuidas. Siempre se repite que las universidades estatales no producen grandes cosas, y eso no es cierto. La gente que nos formamos para investigar y producir ideas, a pesar de los míseros salarios que ganamos, seguimos investigando y publicando sin incentivos, incluso de las políticas de investigación universitaria, como los fondos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Pues esta nueva vía es igual de burocrática, con un formato y un sistema de evaluación concebidos para otras realidades y no para la nuestra. ¿Cuándo será que nos exijan a los docentes que presentemos un libro por año para justificar nuestra permanencia en las universidades? Esa sería la apuesta para no pensar que los docentes solo criticamos y no trabajamos produciendo ideas. 

Llakisiñawa jach’a uta UMSS tuqina wali ch’axwawiwa utxi. Jan suma yatichirinakakiw utjantasin munjapxi. Uka taypinxa utjarakiwa wali suma yatichirinakaxa, jupanakaxa janiw yaqatapkiti, janicha ukhamaxa.