Acerca de mi columna
Escribir sobre cultura es la mejor forma de hacer política, pues nos ayuda a superarnos como personas
Gonzalo Jordán, editor de La Razón, nos desafió a los columnistas a acompañar los 25 años de este gran periódico nacional con reflexiones acerca de la labor que realizamos desde nuestras “trincheras en las páginas de opinión”. Desde que acepté escribir esta columna me propuse darle prioridad a los temas culturales, porque considero que reflexionar sobre cultura es la mejor forma de hacer política, pues nos ayuda a superarnos como personas.
Además, creo que, por encima de nuestros desencuentros, Bolivia posee una grandiosa diversidad cultural que debemos conocer, difundir y promocionar juntos. Tenemos extraordinarios músicos, pintores, escritores, fotógrafos, pintores, escultores y ensayistas; así como prodigiosos artesanos. Puede ser que, en muchos casos, peque de cierto nacionalismo cultural, y no me avergüenzo de ello, porque creo que destacar nuestros valores culturales eleva nuestra autoestima. Reconocimiento necesario para fortalecer nuestra identidad nacional y seguir creyendo en la patria y en lo que somos. Sin embargo, esto no quiere decir que no haya escrito sobre creadores extranjeros, pues pienso que lo universal nos permite entender lo local, y viceversa, en una imprescindible complementariedad.
Esta tarea me ha dado la satisfacción, por ejemplo, de leer a autores que no había leído antes, y me ha hecho comprender y amar mucho de la compleja tradición cultural de nuestros pueblos indígenas; además, reconozco sinceramente que me ha enriquecido espiritualmente. En esta columna me ocupo tanto de escritores consagrados como noveles, brindándoles igual importancia; así como también lo he hecho con otros creadores que se destacan en diversos campos del arte como la música, la pintura, el cine, las artes plásticas y otras áreas del saber y de la investigación.
He comentado y me he alegrado cuando compatriotas triunfan en el extranjero, porque creo que en este oficio el poder de la palabra es importante para halagar al prójimo. Escribo sobre autores bolivianos, porque así devuelvo el apoyo que me dio mucha gente cuando me inicié en este oficio; y me siento satisfecho de que mis comentarios se hayan convertido en referencias para diccionarios y estudios literarios, además de abrirles las puertas a muchos de ellos.
Como anécdota les cuento que muchos me envían sus libros para que los comente y, a veces, sin mala intención, me olvido de alguno. Eso me pasó con un escritor ganador de un premio nacional de novela, quien me envió su obra pidiéndome un comentario, y la verdad es que el libro se “hizo perder” en algún lugar de mi casa y el autor, sintiéndose ofendido por mi silencio, se enojó tanto que ahora me ataca en las redes sociales con una bronca irracional. Otro se molestó con un comentario solicitado sobre su libro, porque, según él, no había afirmado que se trataba de una gran obra que podía ser llevada al cine. En fin… gajes del oficio.