Está circulando por internet la fotografía de un niño que aprovecha la luz de un local de McDonald’s para poder estudiar, durante las noches, en la calle. Esta instantánea fue tomada en Manila (Filipinas) por Joyce Torrefrancia, una joven universitaria que compartió la imagen en Facebook con el rótulo Inspirada por un niño, seguida del siguiente mensaje: “Como estudiante, esto me dio una inspiración para trabajar más duro. Tengo la suerte de que mis padres pudieron enviarme a la escuela. Yo rara vez voy a los cafés para estudiar, pero este chico me sorprendió”. Indagando sobre esta imagen, The Telegraph descubrió que un incendio había dejado a ese niño sin hogar, acabando de paso con la vida de su padre.
Ciertamente se trata de una inspiradora historia, la de un pequeño que sigue luchando pese a la adversidad, poniendo en la educación sus esperanzas para un mejor futuro; que ojalá conmueva a todos aquellos que trabajan en el ámbito educativo, recordándoles que tienen bajo sus hombros la responsabilidad de proporcionar a las nuevas generaciones una formación de calidad, en especial a los más desfavorecidos, que les permita salir de la pobreza y que justifique el sacrificio que hacen los padres para poder enviar a sus hijos a la escuela, así como el esfuerzo de todos los niños que se esmeran por aprender.