En los últimos años se ha producido una efervescencia en la construcción de hospitales de segundo y tercer nivel en el país, como respuesta a la demanda y a la presión que ejerce la población contra el Gobierno para una mejor atención médica. No obstante, se han impulsado edificaciones sin planificación, al extremo de que autoridades cívicas, de salud, y organizaciones sociales definen dónde, qué nivel de atención (número de camas, quirófanos, etc.) y qué especialidades debe tener el hospital, sin que se realice un estudio epidemiológico previo de respaldo; exigiendo equipamientos hospitalarios sin contar con la infraestructura respectiva, y sin considerar los presupuestos de construcción y de gestión, la especialización del recurso humano, el abastecimiento de los insumos y los equipos, las necesidades de crecimiento o la cobertura médica de otros hospitales que ya existe, entre otros factores.

El diseño de hospitales por arquitectos no especializados en este rubro, sin una planificación integral con las sinergias que intervienen (en particular con el equipo), y la incongruente búsqueda posterior de financiamiento para el equipamiento está provocando la necesidad de refuncionalizar lo construido, demoliciones, equipamientos estancados, etc., con la consecuente pérdida de miles de dólares, tiempo y la frustración de la población.

El costo de construcción de hospitales supera los $us 2.000 por metro cuadrado en caso de los hospitales oncológicos, y el costo del equipamiento duplica el costo de construcción, lo que obliga a tomar con seriedad el diseño, construcción, equipamiento y gestión de los centros de salud; y para esto debe existir una adecuada planificación.

La responsabilidad de ubicar y dotar de terrenos para la construcción de un hospital a nivel urbano es responsabilidad del gobierno municipal, que debe realizar una planificación de las áreas que se destinarán al equipamiento de salud, compatibles con educación, recreación, deportivas, de viviendas etc., realizando un trabajo de coordinación con el Ministerio de Salud en función de la red integral de servicios; considerando además la accesibilidad vehicular, servicios domiciliarios e industriales, y así no incurrir en intervenciones desafortunadas debido a la improvisación, a falta de reglamentación y principalmente a la falta de criterio, como el caso de la demolición de un parque urbano para la edificación de un hospital que se produjo en una de las villas de nuestra ciudad.

Los proyectos de hospitales del sector público y privado deben ser realizados por profesionales especializados y mediante un concurso nacional de anteproyectos, tal como lo establece la Ley del Ejercicio Profesional del Arquitecto. Varios hospitales en el ámbito nacional fueron adjudicados a consorcios internacionales por montos elevados y con contrapartes nacionales en trabajos de topografía, geotecnia, trámites técnicos y administrativos, cerrando la posibilidad de trabajo y de expresión de conocimientos y experiencias a profesionales bolivianos en arquitectura e ingeniería con igual o mayor capacidad para desarrollar estos proyectos a costos inferiores.

Es especialista en arquitectura e ingeniería de hospitales.