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Héroes

Algo anda mal cuando convertimos en héroe a un hombre que admitió estar involucrado directamente en la muerte de al menos 3.000 personas. Eso es lo que sucede con Joaquín Archivaldo Guzmán Loera (El Chapo) desde que se fugó, por segunda vez, de una cárcel mexicana de máxima seguridad el 12 de julio.

Lo mismo pensé al ver en la parte trasera de algunos buses los retratos de Osama bin Laden y Cristo frente a frente (con algún sospechoso parecido) ¿Qué mezcla no? Aún no logro entender por qué están ahí, a quién se le ocurrió y qué quiso decir con esto. Pienso en los conductores de esos buses, y los imagino muy lejos de ser defensores de un atentado como el de las Torres  Gemelas de Nueva York. ¿Sabe qué mensaje conllevan tales imágenes? ¿Cuál es su héroe? ¿Ambos? ¿Ninguno? ¿Por qué lleva esa pintura en su herramienta de trabajo?

Hace un tiempo le pregunté a un estudiante de primer año de Comunicación, ¿por qué llevaba la esvástica en su chamarra? Me dijo que estaba de moda, pero al ahondar en sus conocimientos, me habló de Hitler como “El alemán capo que puso al mundo a sus pies”. Quién decía esto aparentemente no era un muchacho violento y racista, creo que era un chico confundido por sus fuentes de información y cierta necesidad de conseguir la atención de los demás.

Con mucha frecuencia escucho otorgarles el título de inteligentes a estos falsos héroes. Entonces me rebelo, porque estoy convencida de que la inteligencia está reñida con el delito, la maldad, el engaño. La inteligencia es un valor, es una cualidad que se respeta, se aviva, se incentiva, se necesita. El tráfico de drogas ilícitas, el crimen, el racismo, el terror ejercido sobre otros seres humanos, la delincuencia no son valores, no son cualidades, no son necesarios para nadie. En todo caso, son el resultado de mentes enfermas que se deleitan dañando a la sociedad. Quienes ejercen estas cobardías urden perversamente cómo seguir ejerciendo poder; compran y venden conciencias que les ayuden a lograr sus fines; se desentienden de cualquier señal de compasión, bondad o simplemente humanidad. No son héroes.

Es muy fácil resbalar en el desconcierto y confundir la bondad con la inclemencia, la inteligencia con la perversidad, lo justo con lo injusto, la realidad con la ficción. Corren tiempos que exigen estar más claros en lo que realmente significa dignidad, conciencia, compasión, integridad y honor, que sí son cualidades de héroes.