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‘Back to the future’ a la boliviana

Actualmente trabajo en la agencia de publicidad Terán/TBWA, la segunda más grande e importante de México. Van a ser diez años que vivo fuera del país, los primeros cinco no tuve contacto con nuestra tierra, y en mi primera visita tuve un golpe de realidad al ver a mis padres con más años sobre los hombros y mi entorno totalmente cambiado. Desde ese momento me propuse visitar Bolivia al menos una vez al año.

Hace un par de semanas estuve de visita y, como siempre, fue un viaje intenso. El primer día que desperté comencé a escuchar las voces de mis hermanos y una canción del programa matutino de mi infancia en Radio Centro, ese programa está grabado en mi memoria, pues era el que utilizaba mi madre para despertarnos todos los días. Por un momento creí que estaba soñando, pero poco a poco  me fui despabilando, y no, efectivamente estaba en la casa de mi madre en Cochabamba. Las voces de los locutores por un momento me hicieron pensar que yo tenía nueve años; pero no, el control remoto de la televisión me puso en contexto de que ya no eran los años ochenta.

Prendí la televisión y comencé a recorrer algunos canales nacionales, y de pronto me encontré con un comercial televisivo de inicios de 2000. No pues, si sigo dormido, reflexioné y creí que mi inconsciente me jugaba una broma. Entonces se me ocurrió que, al igual que en la película Inception de Christopher Nolan, estaba en un sueño dentro de otro sueño. Pero no, la televisión nacional luego de diez años de estar afuera tenía comerciales que aún se mantenían o se parecían a los que se hacían antes. Durante el día escuché un sinfín de estos comerciales, además de ver de reojo Rosa salvaje y otras cosas que me hicieron vivir una experiencia tipo Back to the future.

¿Qué ha pasado con los medios bolivianos? ¿Sigue siendo más fácil seguir reproduciendo las novelas de los 80 y 90, en vez de apostar a generar contenido acorde a nuestro país? Hay limitaciones técnicas, pero nadie pide que hagan una telenovela, pueden hacer series, entrevistas, revistas y una variedad tan grande de contenidos que se soluciona con creatividad, algo que sobra entre nuestra gente.

Digamos que la producción nacional está castigada, pero ¿y la publicidad? Las marcas ya trabajan con presupuestos definidos, con planes de marketing anuales, estamos en la era de la internet y la gente elige sus contenidos. ¿Por qué no están escuchando a las personas? ¿Qué ha pasado con Bolivia que no estamos evolucionando en la generación de contenidos y la publicidad?

Durante las charlas de marketing digital que tuve la suerte de dar en La Paz y Cochabamba vi que hay un retraso en el entendimiento y el uso de las nuevas herramientas de comunicación y marketing digital pero ¿Y la tradicional? ¿Qué está pasando con los comerciales de televisión, radio, artes de prensa, vallas? ¿Qué está pasando con los eventos, activaciones en la calle, supermercados, acciones y/o performance, etcétera.

Se trata de una brecha gigante que nos está alejando del resto del mundo de los contenidos y la publicidad, pero es una brecha que estamos cavando nosotros mismos. Estamos en la era de los datos y la información y hay una gran oportunidad para escuchar a la gente. Creo que Bolivia ya está en un lugar en el que ahora puede independizarse de la publicidad y contenidos “enlatados” para crear contenidos y acciones de interés y de impacto que ayuden a sus marcas, además de dar grandes beneficios a nuestra población.