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La Habana-Washington-La Paz

Entre los acontecimientos producidos luego del anuncio de la reanudación de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, el de la iza de la bandera estadounidense en su embajada en La Habana es sin duda uno de los más relevantes. El pasado 20 de julio el canciller cubano, Bruno Rodríguez, participó en un acto marcado por el simbolismo al izar la bandera de la patria de Martí en Washington DC, dejando atrás décadas de fricción diplomática entre ambos países. El 14 de agosto fue el turno del secretario de Estado, John Kerry, quien llegó a La Habana y participó en un acto similar. Por cierto, luego de la iza de la bandera Kerry se reunió con el cardenal Jaime Ortega y sostuvo una reunión con el Canciller cubano para definir los temas que se abordarán en el proceso de normalización plena de relaciones.

El 11 de agosto, el presidente Evo Morales se reunió con el encargado de Negocios de Estados Unidos, Peter Brennan, en Palacio de Gobierno en La Paz. Fue la primera reunión con el jefe de misión a cargo de la embajada norteamericana desde que abandonara el país el entonces embajador Philip Goldberg (2008). La reunión del Presidente de Bolivia con el diplomático estadounidense se enmarca en una nueva etapa de las relaciones entre Washington y La Paz, reflejada en el acuerdo marco que suscribieron las cancillerías de ambos países el 7 de noviembre de 2011. Aunque Bolivia y Estados Unidos nunca rompieron relaciones diplomáticas ni cerraron sus embajadas, no tienen embajadores, tanto en Washington como en La Paz, desde la salida de Goldberg y el retiro del embajador boliviano Gustavo Guzmán.

Volviendo al tema de la relación entre La Habana y Washington, en septiembre asistiremos a otro nuevo capítulo: la visita del papa Francisco a ambas capitales. El carisma del líder de la Iglesia Católica y su gran contribución al restablecimiento de canales diplomáticos entre ambos países se verá coronado con su mensaje pastoral. Lo conseguido por el Papa no es menor y ha motivado que el Nobel de la Paz se oriente esta vez hacia el Vaticano. Coincidentemente, la ciudad de La Paz fue el más reciente escenario en el que Jorge Bergoglio convocó al diálogo entre Chile y Bolivia, pensando en el mar (en palabras del propio Pontífice). El Canciller chileno mencionó entonces que su país está dispuesto a restablecer las relaciones a nivel de embajadores, pero Bolivia ha replicado por intermedio del presidente Morales que el propio papa Francisco debe ser garante de un diálogo efectivo y eficiente para resolver el tema en controversia: el acceso de Bolivia al Pacífico.

“Nos vemos en La Haya” fue la respuesta de Heraldo Muñoz, demostrando así el Canciller que Chile reconoce el escenario de La Haya como mecanismo de resolución de controversias. El presidente Morales al finalizar su reunión con el Encargado de Negocios estadounidense obsequió al diplomático El libro del mar, documento que registra las distintas oportunidades en que Washington se mostró partidario de que Chile y Bolivia alcancen una solución al problema marítimo.

En un escenario internacional en el que los Estados se encaminan a resolver por la vía pacífica graves problemas (como el caso del reciente acuerdo entre Irán, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China, Rusia y Alemania relativo al tema de armas nucleares, y la propia reapertura de embajadas en La Habana y Washington), son ejemplos palpables que debieran permitir a la postura decimonónica aún presente en la capital de Chile a considerar seriamente un diálogo eficiente con Bolivia. Así se cerraría la triste página del siglo XIX y se abriría una ancha alameda de colaboración, integración y desarrollo.