Otro referéndum?, al menos 20 veces escuché la pregunta anterior durante la pasada semana. Era miércoles y una señora de pollera abordó el minibús y mientras acomodaba un bulto de aguayo sobre sus rodillas oyó que el locutor de una radio local decía: “El MAS prevé llamar a referéndum el 21 de febrero de 2016 para aprobar una modificación constitucional que permitirá a Evo Morales repostularse de nuevo”. Su gesto parecía decirlo todo y la pregunta que lanzó al viento lo confirmó. Como ella, otras dos docenas de personas a lo largo de los siguientes días se hicieron una pregunta similar, en escenarios distintos.
Pero sí, es cierto, habrá otro referéndum. Ni bien se celebró la consulta autonómica el pasado 20 de septiembre, en la que ganó el No en cinco regiones, las autoridades políticas alistan un nuevo proceso electoral, esta vez para cambiar de forma parcial el Art. 168 de la Constitución y así dar paso a dos reelecciones presidenciales continuas, en lugar de una, como dice la actual Carta Magna.
Por si fuera poco, también para la próxima gestión están en trámite otras consultas para refrendar otro paquete de normas autonómicas, sobre todo cartas orgánicas municipales. Entonces, si alguien pensaba que el clima electoral se estaba poniendo aburrido, se equivocó. Las campañas políticas, el proselitismo, la demagogia, la pintura en las calles, los insultos y acusaciones entre políticos de uno y otro frente estarán más presentes que nunca los próximos meses.
En los últimos años, los niveles de participación ciudadana en las elecciones osciló entre el 80 y 90%, hecho que siempre fue motivo de halago por parte de organismos internacionales, como la Organización de Estados Americanos (OEA), que acompañó con sus observadores los recientes procesos electorales.
Pero, ¿tanta elección no aburrirá a cierta parte de la ciudadanía? Obviamente que sí, al menos eso manifestaron las personas que se admiraron al saber que habrá otro referéndum. Afirmaron, por separado, que “será otro gasto insulso de recursos públicos”, que la autoridades “debían esperar más tiempo para cambiar la Constitución” y hasta uno que otro ciudadano de a pie se preguntó “¿Acaso no votamos por la reelección del Evo en el referéndum el 20 de septiembre?”.
Con todo, en Bolivia el sufragio es obligatorio, en virtud al Art. 26 de la Constitución, así que el ciudadano que forma parte del Padrón Electoral con 6.019.299 inscritos deberá estar listo para sufragar de nuevo y participar en los futuros comicios, y más aún si es designado como jurado de mesa.