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Perspectivas de volatilidad

Debido a la desaceleración de la economía china, que redujo la demanda de materias primas con la consiguiente caída de sus precios; el fortalecimiento del dólar y la creciente volatilidad en los mercados financieros, en septiembre, el Banco Central estadounidense (FED) tomó la decisión de no subir la tasa de referencia, que se encuentra entre 0 y 0,25% desde fines de 2008, a pesar del buen crecimiento que registró la economía norteamericana al segundo trimestre del presente año y del continuo descenso de la tasa de desempleo, aunque dejó abierta la posibilidad de hacerlo en octubre o en diciembre.  

La decisión de la FED fue tomada positivamente por quienes consideraban que un incremento de la tasa de referencia podría haber generado una mayor salida de capitales de economías que vienen enfrentando problemas, principalmente de las denominadas emergentes, con la consiguiente apreciación del dólar y el encarecimiento de las materias primas. Sin embargo, para otros, el hecho de que la FED hubiera tomado la decisión de no subir la tasa de referencia sobre la base de factores externos más que en los factores internos de la economía estadounidense marcaba que las condiciones económicas globales serían más débiles de lo que se pensaba.

En el presente mes se han conocido nuevas cifras sobre el desempeño de las economías china y estadounidense. En el caso de la primera, habría crecido en el tercer trimestre de este 2015 un 6,9%, el crecimiento más bajo desde 2009 e inferior al 7% que registró al segundo trimestre, pero por encima del 6,8% estimado por analistas y organismos. Junto a esta cifra de crecimiento se informó que la inversión, la producción industrial y la inflación habrían crecido menos de lo esperado en septiembre y que tanto las exportaciones como las importaciones continuaron reduciéndose. A su vez en la economía estadounidense se crearon en septiembre menos puestos de trabajo que los estimados y se ajustaron a la baja las cifras iniciales de creación de empleos correspondientes a agosto y junio, y que el gasto de los consumidores y la inflación crecieron muy poco en septiembre.  

Las cifras mencionadas alejarían la posibilidad de que la FED eleve la tasa de referencia en las próximas semanas, y dependerá del desempeño de la economía estadounidense en los siguientes meses para que lo haga en diciembre. Por el momento el dólar estadounidense se ha depreciado respecto de varias monedas, los mercados bursátiles han recuperado parte del terreno perdido en agosto y septiembre, al igual que los precios de algunas materias primas, mientras que de otros commodities se mantienen volátiles, como en el caso del petróleo, cuyo precio llegó a tocar los $us 50 el barril para luego caer hasta los $us 45.

Lo que llama la atención es que las cifras sobre el desempeño de la economía china, que muestran su evidente debilitamiento, no han generado mayor preocupación en los mercados. Pareciera que éstos consideran que las diversas medidas implementadas por las autoridades del gigante asiático podrían estar evitando un mayor desaceleramiento. En todo caso, las condiciones económicas globales no están lo suficientemente claras como para tranquilizar en los próximos meses a los mercados, que, con una alta probabilidad, continuarán mostrando un comportamiento volátil.