La lucha del bien contra el mal es algo natural que todos de una u otra forma hemos experimentado desde que tenemos uso de razón. Lo paradójico de esto es que ya sea que uno se encuentre en el bando de los buenos o de los malos es una mera perspectiva, dependiendo con qué lente se mire las cosas. Desde ya, uno siempre asume que pertenece al sector de los buenos y que los “otros” son los malos.

Es indistinto, finalmente, de qué lado de la acera se encuentra uno, al final de cuentas lo que importa es que los principios, valores y religión estén claramente definidos, de modo que a la hora de tomar una decisión, se sepa cuál es la posición que se debe asumir, para bien o para mal.

Estamos en vísperas de la celebración de Halloween, surge mucha controversia respecto a si debemos o no participar de esta fiesta y nos preguntamos si es algo bueno o malo.

Para responder esa pregunta debemos investigar las raíces del Halloween y, según la propia conciencia “espiritual” de cada uno, se deberá determinar si tiene fundamentos buenos o malos. Al tratarse de una celebración “religioso-espiritual”, tenemos que colocarnos en ese contexto para analizar nuestros principios culturales y religiosos.

Halloween pertenece a una tradición europea que nace hace muchos años en la cultura Celta, quienes celebraban la festividad conocida como Samhain (fin del verano), en aquella época la historia cuenta que los sacerdotes Druidas practicaban rituales en los que se relacionaba espíritus buenos y malos cada 31 de octubre y a partir de ahí con el pasar de los años se fue popularizando de país en país hasta llegar a Estados Unidos, donde la fiesta fue complementada con una tónica comercial y mercantilista que trascendió a distintos países. El objetivo no es realizar una reseña histórica de Halloween, sino más bien, la idea es analizar qué representa Halloween hoy. Para la mayoría de las personas se trata de una fiesta de diversión infantil y punto. Sin embargo, no deja de ser interesante revisar cuál es la perspectiva de sectas satánicas y cuál es su posición respecto a Halloween.

Anton Szandor LaVey, fundador de la iglesia de Satán, en muchos de sus libros indica que cada 31 octubre, el día de Halloween, se celebra el año nuevo satánico. De la misma forma, Doreen Irvine, considerada en su momento como sacerdotisa de Satanás y “reina de las brujas negras” en Europa, hoy convertida al cristianismo, igualmente sostiene que Halloween es una fiesta muy importante donde el mundo espiritual del mal se mueve fuertemente y advierte a no participar inocentemente.

No deja de ser interesante el poder analizar las posiciones y pensamientos del otro lado de la moneda, y así evitamos la típica polémica de lo que fueron o pudieron haber sido hace siglos las tradiciones de los Druidas Celtas, minimizando el real significado que tiene Halloween en la actualidad.

El colorido, los dulces y la diversión con disfraces de todo tipo tapan el verdadero sentido del Halloween. La mayoría de las personas celebran esta fiesta de manera inocente sin conocer sus raíces que son estrictamente de orden “espiritual”.

Ahora bien, estamos frente a una situación en la que tenemos que decidir y respondernos a nosotros mismos si debemos o no fomentar la participación de esta celebración: ¿Halloween es parte de mi cultura? ¿Me identifico con esta fiesta? ¿Sus raíces espirituales forman parte de mis principios religiosos? ¿Si formo parte de esta fiesta de tinte religioso y creo en Dios, glorifico a Dios de alguna manera? La respuesta la tiene cada uno según su propia conciencia. Aquellos que decidan participar de Halloween por simple diversión, obviamente eso no los convertirá en más buenos o más malos, nadie tiene por qué juzgar. No obstante, bajo un contexto espiritual, en caso que hubieses respondido con un “No” a alguna de las cuatro preguntas, entonces lo más prudente es evitar la práctica de Halloween.