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Batalla en las redes

Un reportaje publicado el domingo en La Razón muestra que las redes sociales digitales pueden convertirse en el principal “campo de batalla” del debate político y, en especial, de la campaña electoral con miras al referéndum de reforma parcial de la Constitución Política convocado para el 21 de febrero. Se trata de una arena virtual con cada vez mayor importancia.

En las elecciones generales de octubre de 2014, las redes sociales, en especial Facebook y Twitter, tuvieron una presencia activa y protagónica como espacio de debate acerca del proceso electoral y las candidaturas. Fueron usadas también para el despliegue de información. Asimismo, se evidenció que algunas organizaciones políticas, en particular el MAS y UD, ejecutaron estrategias específicas de campaña para estas redes. Y desde ellas se impulsaron expresiones ciudadanas de observación.

Lo particular de las redes sociales es que se convierten en una suerte de espacio público ampliado e interactivo donde concurren múltiples voces, muchas de ellas anónimas. Un espacio en el que, por su naturaleza, no existen posibilidades de regulación ni control. Y donde suele haber mucha discusión y amplia creatividad, pero también abundancia de descalificaciones, insultos y expresiones discriminatorias. Un espacio, en fin, para el activismo ciudadano en procesos electorales y de consulta.

¿Qué se prevé en este campo (“de batalla”) para el proceso de referéndum  constitucional en curso? Lo que muestra el mencionado reportaje periodístico es que la oposición tiene mayor presencia en Facebook y Twitter. Y ya activó un conjunto de minicampañas a favor de la opción del No en la consulta. El oficialismo, en tanto, estaría afinando un plan para robustecer la presencia del Sí en las redes sociales. El propio presidente Evo Morales, tras admitir la debilidad, dio ese mandato de campaña.

Estamos así ante un importante espacio de disputa política que, más allá de la movilización en espacios públicos, es ya el lugar más activo y permanente de la campaña electoral. En las redes sociales circulan y se comentan ampliamente no solo posicionamientos, sino que también se difunden imágenes, etiquetas, memes y hasta videos expresando adhesión o rechazo en torno a las opciones en consulta. Se trata de espacios ciudadanos que, en apego a la libertad de expresión, llegaron para quedarse.

Claro que, pese a su activismo, la internet en general y las redes sociales en particular no expresan el pensamiento ni el sentir de toda la población boliviana. La presencia en las redes está concentrada en sectores urbanos, en especial jóvenes. Por diferentes motivos, el acceso a estas nuevas tecnologías es todavía limitado para los sectores más pobres, periurbanos y rurales. El microcosmos virtual de Facebook y Twitter es, pues, solo una parte de la Bolivia que participa y decide con su voto.