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Elecciones en España

Las elecciones para elegir a un nuevo gobierno en el Reino de España se celebraron el pasado domingo, 20 de diciembre, y del cómputo final se evidencia que ninguno de los partidos ha logrado una mayoría cómoda que le permita asumirse como ganador de los comicios.

Debemos remarcar que en las elecciones se elegía también a la totalidad del Congreso (las Cortes, como se llama en España) y para formar un gobierno se requiere una mayoría de 176 legisladores, que ninguno de los partidos en contienda posee. Ciertamente la primera mayoría la tiene el Partido Popular (PP) del actual presidente, Mariano Rajoy, pero con 123 congresistas no logra alcanzar los votos para renovar su mandato. Y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) tampoco puede, pues obtuvo solamente 90 escaños.

La sorpresa la ha dado Podemos, cuyo líder y candidato a la presidencia, Pablo Iglesias, se ha mostrado contestatario al sistema bipartidista que ha dominado la política española desde hace 25 años. Iglesias es la nueva opción de izquierda que prácticamente ha empatado la votación del PSOE y cuenta con una bancada de 69 legisladores. Otra particularidad de la elección ha sido el surgimiento de Ciudadanos, una formación política reciente (calificada de centrista) cuyo joven candidato, Albert Rivera, ha conseguido 40 escaños.

¿Qué ocurrirá en adelante para la formación del nuevo gobierno español? Eso es difícil predecir. Pedro Sánchez, líder socialista, ha señalado que no formará gobierno con el PP de Rajoy. Rivera ha propuesto que se forme un gobierno de tres partidos (PP, PSOE y Ciudadanos).  A su vez Iglesias planteó la elección de una figura independiente y de prestigio, siempre que acepte la reforma constitucional que propone Podemos, que incluye el referéndum por una eventual independencia de Cataluña. Precisamente en Cataluña Podemos ha cosechado gran cantidad de votos.

El complejo panorama en España podría decantarse en enero del próximo año; pero si los nuevos actores no llegan a una definición por la vía de la negociación, lo más probable es que se tenga que convocar de nuevo a elecciones generales (lo cual está permitido bajo la legislación española).  Empero, nada asegura que un nuevo acto electoral vaya a cambiar el actual estado de cosas. 

Aunque la crisis económica se ha ido superando gracias a un programa de ajuste, el PP de Mariano Rajoy no ha logrado una cómoda mayoría como esperaba. Y hoy depende de que el PSOE viabilice su continuidad o lo desahucie definitivamente. Felipe VI ha de tener también un importante rol que cumplir, pues, según la Constitución española de 1978, es el Rey quien invita a un líder político a formar gobierno, y bien puede la Corona convertirse en un factor de negociación política para garantizar la estabilidad necesaria para seguir afrontando los difíciles años de una economía maltrecha.

Bajo la atenta mirada de la Unión Europea y de los países latinoamericanos de habla hispana, los líderes políticos de España tienen frente a sí un reto de gran magnitud. Todo apunta, sin embargo, a que se ha producido una renovación de la dirigencia política y que son nuevos los actores que tienen en sus manos el futuro de España.

La cuestión soberanista de Cataluña es otro de los desafíos a afrontar por el nuevo gobierno. Los catalanes han pedido que se convoque a un referéndum para que se decida si ellos continúan en España o se declaran Estado independiente. La gran pregunta es: ¿quién toma esa decisión, solo los catalanes o todos los habitantes del Reino de España?