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La wawita que parimos

Dicen que para la feria de Alasita se compra una gallina o un gallo si una quiere felicidad, tener una familia, pareja y wawitas. Hay que ver el correteo a las 12.00 del mediodía, cómo nos apretujamos y empujamos para comprar en físico y en miniatura una réplica de nuestros sueños, deseos y necesidades. Claro que desde este proceso de cambio ya no amontonamos todos los años casitas y casitas, títulos y títulos, autitos, herramientas, tienditas, en fin, tantos sueños que lentamente se van haciendo realidad. Por supuesto que el minibañador con alimentos nunca debe faltar.

Me pregunto, ¿cómo podríamos simbolizar la salud? ¿La Justicia?, que es lo que yo siento que nos está faltando. Porque comprar estatuas de un médico o la ciega justicia, que no representan lo que en realidad queremos significar, más bien nos puede confundir.

Con las vecinas de mi barrio vamos cerca de la iglesia, donde compiten el yatiri con el cura. En realidad en este proceso de cambio poco a poco la bendición del cura es por si acaso. La que vale es la ch’alla y una sahumadita con bastante humo, que aseguren que nuestros deseos se elevan hacia los lugares del Alajpacha, ese espacio que está arriba de nuestras cabezas.

Alasita se celebra dos días después de la fundación del Estado Plurinacional, lo más importante en toda esta reflexión es recordar que hemos parido como pueblo una wawita que se llama Proceso de cambio revolucionario, esa es la wawita que estamos criando en el seno de nuestros hogares, organizaciones y movimientos sociales. No hemos necesitado el gallo para levantar los sueños de nuestro pueblo; al contrario, los gallos republicanos, nacionalistas y neoliberales han perjudicado y han retrasado la construcción de Bolivia.

Fue muy importante tener dentro de nuestros corazones un pequeño fueguito de esperanza revolucionaria encendida, y bastó que sopláramos en octubre de 2003 desde los poderosos pechos de nuestras hermanas y hermanos alteños esos vientos revolucionarios para que la gran fogata se encienda, evitando así que nos sigan destruyendo. Energías que hoy nos hablan de poner lo mejor de nosotras para que esta wawita crezca sanita, bien alimentada con el compromiso social, con la lucha por el Vivir Bien de todas y todos, por sacar de su cuerpecito esos colonialismos y adiestrar su puño en la lucha contra el patriarcado, que es el gran monstruo. Ése es el patriarcado, el sistema de todas las opresiones, que tiene tentáculos como el machismo, el racismo, el capitalismo.

El Estado Plurinacional es un instrumento para construir y transitar a la propuesta de la Comunidad de Comunidades, ésa es la organización social que permitirá concretar el Vivir Bien, y es lo que el Feminismo Comunitario propone. Hermanas y hermanos luchadores de la felicidad, celebremos la fundación de este instrumento, pero sin olvidarse que el objetivo de este instrumento es hacer revoluciones para acabar con todas las estructuras físicas, mentales y espirituales de las opresiones. ¡Felicidades!