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Robo de barandas y rendijas

En octubre de 2015 la Alcaldía de La Paz instaló 39 pasamanos en las rampas instaladas para facilitar la circulación de personas con discapacidad. Sin embargo, a las pocas semanas seis de ellos fueron sustraídos, afectando así el bolsillo de los contribuyentes, pero también y sobre todo a quienes necesitan de estos artefactos para movilizarse. De igual manera, durante 2015 fueron sustraídas al menos 50 rejillas de sumideros, que resultan esenciales para evitar la acumulación de basura en las alcantarillas de la ciudad, cuya saturación puede causar la destrucción de las vías, deslizamientos y/o peligrosas inundaciones, como ocurrió en febrero de 2002 con un saldo de 74 fallecidos.

Para reponer estas sustracciones, la municipalidad deberá erogar al menos Bs 60.000, con el agravante de que las rendijas no se encuentran disponibles en el mercado. Además de generar un gasto adicional digno de mejores causas, por ejemplo para el equipamiento de los orfanatos o los asilos municipales, estos robos ponen en evidencia que aún son muchos los paceños que no terminan de comprender la importancia de cultivar el respeto y la consideración por los demás, en este caso hacia las personas con discapacidad, así como también por su ciudad; algo esencial para poder habitar en un entorno limpio y ordenado, pero también más seguro y apacible.