Turbulento inicio de año
Hasta que ese supuesto acuerdo se materialice, la volatilidad en los mercados podría continuar.
En la primera semana del año que comienza se conoció que en diciembre de 2015 el índice de actividad manufacturera había registrado por décimo mes consecutivo una contracción, y que otros indicadores sobre la producción y nuevos pedidos de exportación también habían caído. Ante estas nuevas señales de debilitamiento de la economía china, los principiantes inversionistas chinos salieron masivamente a vender sus inversiones en acciones de empresas chinas, lo que ocasionó una fuerte caída del mercado bursátil antes de que las autoridades suspendieran las negociaciones. A los pocos días, el Banco Popular de China intentó devaluar el yuan, lo que generó una nueva reacción vendedora en los inversionistas que obligó a las autoridades a suspender nuevamente las negociaciones en la Bolsa. El evidente debilitamiento de la economía china y la desconfianza sobre la capacidad del Gobierno asiático para resolver los problemas que la aquejan y no así la caída de las Bolsas de ese país (ya que la participación de inversionistas extranjeros es restringida) generó un descenso en los principales mercados bursátiles de prácticamente todos los continentes, la migración de recursos a activos refugio como el oro y el dólar, con la consiguiente mayor apreciación de esta divisa; y una nueva caída de los precios de la mayoría de las materias primas.
En los siguientes días, las autoridades informaron que la economía china creció en 2015 en 6,9%, el crecimiento más bajo en 25 años e inferior al objetivo del 7% que tenía el Gobierno para el año. La confirmación del debilitamiento de la segunda economía del planeta, que también es el segundo consumidor de petróleo, profundizó el descenso de los mercados bursátiles, el posicionamiento en los activos refugio, la apreciación del dólar y la caída de los precios de las materias primas; destacándose la caída del barril de petróleo, que llegó a cotizar por debajo de los $us 27, su nivel más bajo en 12 años.
De acuerdo con las proyecciones ajustadas que publicó el FMI en los pasados días, le economía china crecería en 2016 en 6,3%, lo que implicaría que su demanda por petróleo sería insuficiente para absorber la gran oferta existente, debido a que los países productores no han reducido su producción a fin de no perder mercados; oferta que se incrementaría al retornar la producción iraní a los mercados luego de alcanzar un acuerdo para limitar sus actividades nucleares.
En la semana que termina, la Reserva Federal (el banco central estadounidense) determinó mantener la tasa de referencia entre el 0,25% y el 0,50%, nivel que hasta diciembre de 2015 se encontraba entre el 0% y el 0,25%, pero no cerró la posibilidad de elevarla en marzo, situación que no tranquilizó a los mercados, ya que una nueva subida de la tasa de referencia en Estados Unidos podría generar una mayor salida de capitales de las economías emergentes que están enfrentando problemas económicos, con la consiguiente mayor apreciación del dólar que encarecería las exportaciones estadounidenses.
Al concluir la semana, un posible acuerdo entre los países miembros de la OPEP y Rusia para reducir la producción de petróleo en 5% apuntaló los precios del barril por sobre los $us 33 y los mercados bursátiles recuperaron parte del terreno perdido en el mes, aunque aún se mantienen en terreno negativo respecto del nivel al que cerraron al finalizar 2015. Sin embargo, hasta que ese supuesto acuerdo se materialice no se puede descartar que la volatilidad en los mercados se mantenga.