Voces

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Poco profesional

/ 7 de febrero de 2016 / 04:00

De un tiempo a esta parte, algunos medios de comunicación paceños se han dedicado a criticar y calumniar a los periodistas de La Razón, con indirectas y sugerencias de que hay una imposición y manipulación para dirigir la información; incluso aseguran que nuestros jefes nos ordenan cómo debemos hacer las notas. Especulaciones que naturalmente han generado molestia entre los redactores de este matutino, pues esas aseveraciones nos hacen ver como poco profesionales y sin criterio, lo que no es verdad.

Una muestra de la falsedad de esas publicaciones es que en este diario se informa de forma correcta, con parte y contraparte, lo que no hacen algunos de esos medios, por  ejemplo en el caso del otrora Fondo Indígena, en el que se implicó por hechos de corrupción a oficialistas y opositores del país.
Una muestra es que en marzo de 2015, este diario reveló de forma primicial, en el marco de la denuncia de desfalco de Bs 71 millones por 153 obras inconclusas en el Fondo Indígena, que al menos ocho dirigentes de organizaciones sociales recibieron dinero de esa entidad a través de transferencias realizadas a sus cuentas bancarias personales. “Los documentos, a los que tuvo acceso La Razón, revelan esta irregularidad en comprobantes de desembolso de recursos del Banco Central de Bolivia (BCB) hacia el Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino y de éste a otras cuentas particulares, y no así, como debe ser, al Sistema Integrado de Gestión y Modernización Administrativa (Sigma) que está dentro del Banco Unión”.

Al parecer, algunas personas solo quieren ver de forma sesgada la información que se publica en este diario, ya que pareciera que no leen todas las notas, trabajo de sus colegas, y no se dan cuenta de que esa escritura no tiene ninguna prohibición o afinidad partidaria o personal. Más al contrario, solo se dedican a ver cuánta publicidad hay en el periódico, que si es estatal o privada, y dicen: ¿por qué no nos dan a nosotros esas publicidades?
Cabe preguntarse: ¿por qué se ensañan con La Razón? ¿Qué logran con esa actitud? ¿Será que aquellos medios de comunicación que critican y calumnian no solo a este diario, sino también a sus periodistas no pueden difundir notas de interés para la opinión pública? ¿O será que ponen nuestro nombre en medio de sus notas para colgarse de La Razón y darles fuerza?

Lo cierto es que los periodistas de este diario trabajan de forma profesional y sobre todo con ética, por eso se les recomienda, a todos los que nos acusan, leer todas las notas del periódico y no solo las publicidades que hay, sin el afán de polemizar.

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Abusos en los medios

/ 7 de mayo de 2017 / 04:00

De un tiempo a esta parte, los trabajadores de la prensa de algunos medios de comunicación en el país sufren amedrentamientos, abusos laborales e incluso despidos, sin que las autoridades gubernamentales le pongan un freno a este tipo de hechos generados por los jefes y dueños de las empresas de comunicación establecidas en Bolivia.

Una muestra de estos hechos en contra de los trabajadores de la prensa son: los 23 despidos en la empresa televisiva red Uno Santa Cruz, los 10 retiros de trabajadores en el periódico Los Tiempos de Cochabamba y los 13 en La Razón. En todos estos casos los trabajadores tuvieron que acudir al Ministerio de Trabajo y recibieron su apoyo, pero los dueños de comunicación hicieron caso omiso de las órdenes de esa cartera ministerial y decidieron entablar procesos judiciales, los cuales siempre son largos, tediosos y costosos económicamente.

Además, no en todos los casos la Justicia favorece a los trabajadores de la prensa, sino más bien a los empleadores. Un simple ejemplo es el caso de tres empleados de La Razón que fueron despedidos en septiembre de 2016 junto a otras 10 personas, en el que un juez de La Paz rechazó una acción judicial para que sean reincorporados a su fuente laboral. Actualmente estos tres trabajadores deben esperar el resultado de una apelación en la instancia superior radicada en Sucre.

¿Por qué el Gobierno no puede frenar los abusos en los medios de comunicación? Esa es la pregunta de todos los trabajadores de la prensa, quienes solo piden respeto y estabilidad laboral para todos.

Si bien el Gobierno promulgó la Ley 315 (Hermanos Peñasco Laime) en 2012, que junto a otros beneficios crea un seguro de vida e invalidez para los trabajadores de la prensa con aportes mensuales del 1% de los ingresos brutos de los medios de comunicación, la norma no está en vigencia porque un asambleísta presentó un recurso de inconstitucionalidad, y a la fecha el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) aún no emitió un fallo al respecto. ¿Será que los operadores de justicia también protegen a los dueños de los medios de comunicación?

Cuando se promulgó la Ley 315 había un control para que se cumpla la norma sobre la protección de los trabajadores de la prensa, pero al parecer las autoridades del Ministerio de Trabajo se olvidaron de hacer esos controles, como por ejemplo en el tema del transporte de los empleados desde el medio de comunicación, a partir de las 22.00 hasta las 05.00, hasta su domicilio, o viceversa, para evitar asaltos y otros inconvenientes. 

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