Medios en el espejo
Un punto delicado en los contenidos mediáticos es la radiografía de la huella de los analistas
La presentación en las principales ciudades de la segunda versión de Comicios mediáticos, bajo la firma de los investigadores José Luis Exeni, Karina Herrera y Verónica Rocha, nos trae una nueva ola de información que periodistas y militantes de la democracia no deberíamos dejar pasar sin reflexionar a fondo sobre gran parte de los resultados de esta publicación.
El libro logra un interesante análisis en este segundo momento de acercamiento al tiempo electoral, porque además de un acertado marco teórico y pertinente dispositivo metodológico, presenta una perspectiva comparativa entre lo registrado en la elección de 2009 y la de 2014.
¿El trabajo de los periodistas tiene incidencia en la calidad de la democracia? Importa, pero no es determinante en los comicios. La aproximación rápida a algunos de sus hallazgos puede ser la mejor invitación a la lectura. El elemento novedoso es el papel que juegan, cada vez de mayor visibilidad, las redes sociales. Estas nuevas herramientas tienen un efecto multiplicador e influyen de manera creciente en los medios de comunicación tradicionales. La interacción forma parte de su naturaleza y cambia radicalmente los actuales paisajes sociales. Su fuerza en la agenda periodística puede adquirir cada vez mayor interés.
Un punto delicado en los contenidos mediáticos es la radiografía de la huella de los analistas. No sorprende la conclusión de que los analistas, en su mayoría, no son independientes y que se tiende a la peligrosa confusión entre el análisis y la opinión. Tampoco sorprende constatar que los medios acuden a determinados analistas porque se sabe lo que van a decir. Como hace muchos años en nuestra vida democrática, la tarea pendiente sigue siendo la pluralidad de las voces y el sinceramiento de las tarjetas de presentación de analistas y expertos. Otra de las puertas es el trabajo sobre el lugar que ocupan las encuestas. Resulta que hay un mayor debate sobre la calidad del trabajo de las empresas encuestadoras como sobre la exactitud que logran estas fotografías de los momentos preelectorales.
Anteayer, ayer y hoy estamos ante el mismo reflejo en el espejo: la fuente dominante de la información son los varones. Aparentemente la mujer sigue siendo noticia cuando es víctima y no cuando es actora política, por ejemplo. Las voces masculinas alcanzan el 79%, mientras que las femeninas solo llegan al 21%. Hay, por tanto, una llamativa brecha entre la actual participación política de las mujeres y la cobertura informativa en los principales medios del país.
Finalmente, el texto nos hace enfocar la mirada en las recurrentes exclusiones, tanto en la esfera de la información como en la de la opinión. Un componente que no es menor y que debería llevar a los periodistas a una larga noche de debate: la exclusión de lo femenino, de lo indígena, de lo que se gesta lejos del eje troncal. Menudo debate.