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‘Cuentos del Pacífico Sur’

El título Cuentos del Pacífico Sur me trasladó inmediatamente a los libros de Jack London, uno de mis escritores favoritos, autor, entre otros textos, de El lobo del mar y La llamada de la selva; me sugería algo salvaje en territorios en los que los seres humanos tenemos que enfrentarnos a la naturaleza en una lucha constante por la sobrevivencia. También hay algo de dramático en el título, y así lo comprobé en los extraordinarios cuentos incluidos.

Sin duda alguna, creo que es de los mejores libros que se presentaron el año pasado. Y este libro que parece escrito por algún autor chileno es de un boliviano: Yuri Soria Galvarro; el escritor Ramón Rocha Monroy dice acerca de él: “Yuri es boliviano y es un hombre de mar. Como todos los seres humanos que viven a orillas del océano y entre cientos de islas, Yuri sabe que vivir allí no es así nomás, como diría Jaime Saenz al referirse a la poesía.

Vivir en el mar entraña tremendos peligros, porque el mar tiene corrientes secretas y en su resollar constante amenaza ahogarte con el menor pretexto y te exige saber luchar en altamar contra la tormenta y bucear sus profundidades, o bien se sale de madre y arrasa con todo en un maremoto o un tsunami”. Así es, Yuri nació en Cochabamba, pero vive desde hace cuatro décadas en el sur de Chile, en Puerto Montt, donde ejerce su profesión de biólogo marino, que le permitió acercarse al mar para contarlo.

Luis Sepúlveda, gran escritor chileno, escribió el prólogo de este libro y en un fragmento afirma: “En sus cuentos, que son contados por los protagonistas y el autor es el hombre de oídos atentos a las voces que narran, se huele el aire de mar siempre cambiante, se huele el aroma de leña noble y seca que arde en las chimeneas y salamandras, y que siempre es una invitación para acercarse a cualquiera de esas casas, porque la gente tiene tiempo para contar historias y para oírlas.

Se huele la niebla y el cielo encapotado, la prisa de la gente cuando empieza a soplar el ‘surazo’ y hay que afirmar los cierres de las ventanas, cubrir el forraje de los animales, varar las embarcaciones en las playas de piedras, atar los cabos a la seguridad del muelle o, si no se alcanza a tocar tierra antes del fragor del vendaval, hacerse a la mar para capear lo peor y confiar en la destreza de los hijos del mar. He leído estos cuentos que me llevan a ese sur del mundo con la misma atención y respeto con que se escuchan las historias contadas por los viejos marinos vagabundos de los canales, que sortean los archipiélagos hasta llegar a la Tierra del Fuego y más allá, hasta el Cabo de Hornos. Sé que al lector y lectora les ocurrirá lo mismo”.

Cuentos del Pacífico Sur, que obtuvo la beca de creación literaria del Fondo del Libro en Chile, fue presentado el año pasado en la Feria Internacional del libro de Guadalajara, México, y en la de Cochabamba, y ya va por su tercera edición, algo excepcional en nuestro país. Tercera edición, porque lo lectores sabemos cuándo un libro merece ser leído y lo aconsejamos a nuestros amigos y amigas.

Es escritor.