Refugios y violencia
La dependencia económica impide que varias mujeres consigan alejarse de sus agresores
Muchas mujeres víctimas de violencia intrafamiliar dependen económicamente de su pareja, ora porque tienen poca experiencia laboral o capacitación, ora porque al formar un hogar se han dedicado en cuerpo y alma a la crianza de los hijos y a los quehaceres domésticos; y esta situación de dependencia impide que varias de ellas consigan alejarse de sus agresores.
Incluso mujeres que se desempeñaban con total independencia antes de formar una familia pueden quedar atrapadas en esta dependencia económica, puesto que la reinserción en el mundo laboral no resulta sencillo para quienes han estado alejados del mercado de trabajo durante varios años, aún con estudios universitarios.
De allí la importancia de que el Estado brinde seguridad y apoyo material a todas las mujeres que deciden huir del flagelo de la violencia intrafamiliar, y en particular a todas aquellas que además deben hacerse cargo de la manutención de sus hijos y carecen del apoyo de sus familiares.
El Albergue Integral para Mujeres Víctimas de Violencia y sus Dependientes, inaugurado hace cinco meses y administrado por el Gobierno Municipal de La Paz, constituye un buen ejemplo de la importancia de habilitar refugios de este tipo para el mayor número de mujeres posible. En este albergue hasta la fecha se han atendido 107 casos de maltrato, brindando no solo refugio y alimentación para las madres y sus dependientes, sino también apoyo psicológico, clases para que aprendan a escribir y leer y cursos de capacitación en cuatro áreas: corte y confección, panadería, mecánica y plomería.
Gracias a este apoyo, una de las mujeres que perdió la sensibilidad en sus oídos por los golpes de su expareja está aprendiendo a elaborar almohadas a fin de venderlas en el futuro cercano, tal como ya lo están haciendo varias otras mujeres que se capacitaron en este rubro en el albergue. Otra de las beneficiarias, proveniente de los Yungas, abrió un snack de masas luego de aprender repostería. Según comentan las propias mujeres que han recibido ayuda en este refugio, el aprender estos oficios, junto al apoyo psicológico que han recibido, ha sido fundamental para superar sus dificultades financieras y no verse obligadas a vivir nuevamente o a vincularse con sus exparejas.
Sin embargo, estos ejemplos positivos son los menos, pues en general las víctimas de violencia intrafamiliar aún están bastante solas en este proceso por superar la dependencia económica. De allí la importancia de impulsar más albergues como el que aquí se destaca, junto a programas orientados a la formación e integración socio-laboral de las mujeres, además de subsidios y aportes económicos para que ellas puedan lograr autonomía y libertad económica respecto a sus agresores.