Hace ya un año fui designado como Embajador de la República de Corea ante el Estado Plurinacional de Bolivia. Como prioridad de mi gobierno y personal, se decidió fortalecer, aún más, las relaciones entre Corea y Bolivia mediante el análisis y el intercambio de temas relativos al plan de desarrollo entre ambos países y el intercambio cultural y de experiencias. Pero antes de proceder con tan importante tema, quisiera agradecer al Gobierno y al pueblo boliviano por condenar las prácticas nucleares y los lanzamientos de misiles de largo y corto alcance de Corea del Norte, violando así varias resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Aunque ambos países se encuentran alejados geográficamente, se puede decir que Bolivia está penetrando en el corazón de Corea. Gracias a la emisión televisiva de reportajes sobre Bolivia en mi país, hoy en día se habla de una hermosa ciudad rodeada de nubes en la Cordillera de los Andes (La Paz), de un desierto de sal donde casi se puede alcanzar el cielo (salar de Uyuni), y del lago más alto del mundo (el lago Titicaca). Esto ha resultado en un incremento impresionante de turistas coreanos, mismos que pasaron de 5.000 en 2014 a 12.700 en 2015.

Es, pues, en este contexto que pudimos analizar las posibilidades de profundizar aún más las relaciones bilaterales que tuvieron su comienzo en 1965 y en 2008, respectivamente. Para esto, en 2010, la República de Corea fue honrada con la visita del Excmo. presidente Evo Morales Ayma, mientras que el año pasado, por el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países, se contó con la visita oficial del Excmo. canciller David Choquehuanca, marcando así dos hitos históricos en nuestras relaciones diplomáticas.

Por otra parte, este año se celebrará la 8ª Comisión entre Corea y Bolivia, en Seúl, donde ambos países abrirán un canal de consultas y tocarán temas de interés mutuo. Ahora que Bolivia entró en las primeras etapas de un levantamiento económico, proceso en el que por varios años consecutivos ha logrado una tasa de crecimiento mayor al 5% del PIB (demostrando un excepcional rendimiento de su economía), nuestro interés es apoyar al pueblo boliviano a alcanzar sus próximas metas, entusiasmo que ahora es compartido por muchas empresas coreanas que hoy en día desean invertir en Bolivia. Un ejemplo claro de lo mencionado es el trabajo de la empresa Samsung Engineering, que en la actualidad está construyendo una planta de urea-amoniaco en Cochabamba, y la cual, estoy seguro, será un gran aporte al desarrollo económico de Bolivia.

Corea es un país que no tiene una sola gota de petróleo; sin embargo, en la industria petroquímica mundialmente tiene una gran productividad y competitividad, y en Bolivia, con los proyectos de polipropileno de la planta petroquímica, tengo la esperanza de que Corea pueda participar junto a nuestra tecnología global.

Por otra parte, el Gobierno de Corea tiene previsto aumentar significativamente la ayuda para la cooperación al desarrollo, ya que Bolivia se ha convertido en un socio importante para mi Gobierno, y muy pronto será apoyada con una escala anual de $us 10 millones para proyectos de gran importancia para el pueblo boliviano. Por ejemplo, entre algunos proyectos cabe destacar aquellos que están en proceso de ejecución, como el de Monteverde para el aprovechamiento de aguas subterráneas, la construcción de represas en Chuquisaca, el proyecto de mejora del sistema de atención médica en Oruro, la construcción del Hospital Corea de tercer nivel en El Alto, el puente Banegas, etc. También se puede mencionar el incremento del comercio bilateral y el fomento para la cooperación técnica y el intercambio de experiencias.

En el área cultural, nuestra embajada, desde 2013, lleva a cabo la Semana Coreana, que busca una mejor comprensión de nuestra cultura en Bolivia, a través de la música, comida, películas, fotos y el arte. Es así que para mayo de este año está programada la Semana Coreana en la que por primera vez se hará un desfile de moda de atuendos tradicionales de Corea, exposición de fotos y la proyección de películas, entre otras actividades.

Es un profundo deseo personal el alentar, mejorar y destacar aún más la comprensión mutua y el intercambio entre nuestros pueblos, para mirar con optimismo 50 años más de cooperación mutua y la prosperidad de nuestros amados ciudadanos.