Icono del sitio La Razón

Tour de lustrabotas

La necesidad tiene cara de hereje, reza un conocido refrán en referencia a las estrategias y acciones que adoptan las personas para satisfacer sus necesidades básicas y las de sus familiares, y que han permitido a muchos superar sus temores y complejos, asumiendo riesgos y proyectos que a la postre les han servido para superar la pobreza y crecer como individuos.

Un buen ejemplo de ello es el tour que los lustrabotas ofrecen a los turistas en la ciudad de La Paz a un costo de Bs 80. Aprovechando su peculiar conocimiento de los recovecos y costumbres de la sede de gobierno, los “lustras” ofrecen a los extranjeros una particular mirada de la urbe paceña a partir de 10 puntos.

El recorrido empieza en la Estación Central de la Línea Roja de Mi Teleférico rumbo a la Estación Entre Ríos en El Alto, luego regresa por la misma vía al Cementerio General y el Mercado de las Flores; posteriormente recorre calles y tiendas donde se comercializan recuerdos y artesanías; así como restaurantes, cafés y puestos callejeros donde los turistas pueden degustar comida típica del país. Y el tour concluye en la avenida Max Paredes, donde existen tiendas que ofrecen vestimentas de la chola paceña y mantillas de lana de vicuña.

Desde su lanzamiento, en 2011, este tour ha convocado a cerca de 500 visitantes procedentes principalmente de Europa y Japón. Gracias a ello, varios lustrabotas han logrado generar ingresos adicionales que muchas veces les han permitido salir de apuros financieros. Tal es el caso de Javier, quien, según comentó a La Razón, semanas atrás pudo pagar el alquiler de su habitación luego de mostrarles la ciudad a tres turistas extranjeros.

Huelga aclarar que esta iniciativa forma parte de un proyecto más amplio, impulsado por la Fundación Arte y Culturas Bolivianas y que nació junto a El Hormigón Armado. Se trata de un periódico bimensual editado y elaborado por los propios lustrabotas con el apoyo de firmas foráneas que se vende a Bs 4. De ese monto el 50% va para los lustrabotas y el resto sirve para cubrir el costo de la edición e impresión del periódico.

Además, la fundación dirigida por Jaime Villalobos promueve otros proyectos que hacen hincapié en la importancia de enseñar “a pescar” antes que entregar “peces”. Por ejemplo, junto a la ONG Save the Children están impulsando un taller de gastronomía para madres solteras de entre 15 y 25 años de bajos ingresos, quienes enfrentan enormes responsabilidades y hacen malabares para poder cubrir sus necesidades y las de sus hijos.

Se trata sin duda de una encomiable cruzada, que trabaja lado a lado con niños, jóvenes y adultos de ambos sexos que luchan diariamente para salir de la marginalidad y superar sus limitaciones, reconociendo sus esfuerzos, opiniones y experiencias respecto a su manera de entender y enfrentar la pobreza.