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Estado y ayllu

El Centro de Investigaciones Sociales (CIS) y la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB) reeditaron recientemente el libro Estado boliviano y Ayllu andino, del antropólogo inglés Tristan Platt. La reedición del CIS y la BBB cuenta con un excelente prólogo de Silvia Rivera que no solo otorga información sobre las circunstancias de redacción del texto, sino que también brinda datos sobre la reconstitución de los ayllus en los años posteriores a la publicación de la primera edición del libro de Platt, específicamente sobre la importancia de textos como ese para la organización de las primeras asociaciones de ayllus y la creación del Conamaq.

El libro de Platt hace un recorrido por la historia de las relaciones entre Estado y ayllu, desde los pactos de reciprocidad de origen colonial mediante los cuales las comunidades indígenas pagaban un tributo, y a cambio el régimen reconocía a las autoridades tradicionales de los ayllus, sus jurisdicciones y el manejo autónomo de la tenencia de la tierra; hasta la reforma agraria de 1953 y sus efectos.

El libro nos permite comprender que si bien Bolívar había abolido el tributo indígena, la medida no duró más de un año, en 1826 se restituyó el tributo indígena y en 1842, mediante la figura de la “enfiteusis”, los indígenas pasaron a ser una suerte de inquilinos de la tierra. En 1874 se promulgó la Ley de exvinculación que cambió el régimen de tenencia de tierras, y por ello Platt la denomina la primera reforma agraria. Mediante esta ley se elimina el reconocimiento de mallkus, curacas y caciques como autoridades, y se obliga a las comunidades indígenas a que busquen un apoderado que gestione sus intereses en la ciudad. Los apoderados engañan a las comunidades y se producen una serie de resistencias y movilizaciones entre 1899 y 1921.

El libro finaliza con la llamada segunda reforma agraria, la de 1953, motivada por la Revolución Nacional, que si bien determina que las propiedades indígenas son propietarias privadas de la tierra que poseen (Art. 57 del Decreto 3464 de Reforma Agraria de 2 de agosto de 1953), condiciona la restitución de éstas a una reglamentación especial (Art. 42 del referido decreto). En 1954 la reglamentación especial privilegia a los pequeños propietarios y al solar campesino, de esta manera la restitución solo procede ante la asimilación de tierras de grandes terratenientes. Platt nos muestra las maneras en las que los ayllus y las comunidades indígenas tuvieron que resistir frente a un Estado sordo y ciego respecto a una parte mayoritaria de su población.

El libro de Platt se constituye en una interesante veta para una historia del derecho boliviano aún pendiente, pero que no podrá dejar de lado esta lectura que realiza el antropólogo inglés de nuestras reformas jurídicas en apariencia liberales y sociales.