Último anillo
Deseo destacar a un grupo de jóvenes escritores que presentaron sus libros con la editorial Último anillo.
Pese al sur y chilchi, que congeló a Santa Cruz, sin tregua alguna, durante los 10 días de la Feria Internacional del Libro, ésta concluyó con el éxito que se esperaba. Se repitieron las decenas de presentaciones de libros, coloquios y mesas redondas, así como el festival de poesía. La escritora y poeta Gioconda Belli y la cronista Leila Guerriero colmaron las expectativas. Brasil, el país invitado, nos trajo a 10 extraordinarios escritores. Lo único reprochable fue la presencia de un energúmeno dizque “poeta” que, acostumbrado a insultar en las redes sociales con su grupo, trasladó sus conflictos internos a las salas de conferencia, agrediendo a expositores y al público, hasta que los directivos de la Cámara cruceña del libro lo pusieron en su sitio.
El Pabellón infantil fue la estrella de esta FIL 2016 y eso es bueno, porque están formando lectores. Sin embargo, en el presente artículo quiero destacar a un grupo de jóvenes escritores que presentaron sus libros bajo el sello editorial Último anillo. Ellos mismos se definen como una “agrupación de jóvenes y nóveles escritores, que se dedican a la ficción literaria. El proyecto busca establecer un nuevo panorama para la ficción y la literatura en general. En cuanto a los soportes y/o formatos de difusión, buscan aplicar de manera efectiva el uso de las redes sociales y otros mecanismos creativos de comunicación, generando tendencias y buscando nuevos valores literarios. Último anillo, con las herramientas virtuales y digitales del presente, busca enamorar al lector del nuevo siglo”.
El grupo está integrado por Waldo Xavier Varas (quien presentó el libro Cuentos para una ave), Jo. Ru. Sierra (El código humano, novela), Paul Archer (La bóveda, novela), Alejandro Amores del Río (Ella escribe, novela), Álvaro Peredo (El crimen de los justos) y Javier Sandoval Aguilera (Criaturas domésticas, cuentos). Una constatación interesante para la ya cosmopolita ciudad de Santa Cruz es que Peredo es cubano; Amores, argentino; Archer, panameño; Varas, potosino, y Sierra y Sandoval son cruceños.
Las contratapas y los prólogos en cada uno de los libros están escritos por ellos mismos, en un interesante y solidario cruce de lecturas. Cuando yo era joven, hace muchos años, hacíamos lo mismo con mi grupo de amigos y hoy en día existen muchos grupos que lo siguen haciendo; y está muy bien que lo hagan, porque el medio de los escritores es mezquino en general, y si ellos no lo hacen, pocos se encargarán de leerlos y comentarlos. Su presentación oficial en la FIL-Santa Cruz 2016 fue irreverente y lúdica, con un gran sentido del humor. Poco a poco me iré ocupando de comentar libro por libro, porque creo que estos jóvenes escritores se lo merecen. Mientras tanto, quiero que se vayan grabando estos nombres porque pueden ser los de los grandes escritores del futuro. Ya se animaron, tienen el coraje y las palabras, el resto, Dios proveerá.