Me dirijo a una asignación especial (exclusiva mundial) de la cual tendrán conocimiento pronto”. Con esas palabras, difundidas a través de un tuit, un conocido periodista de CNN anunció su viaje a Bolivia el 4 de mayo. La asignación especialísima con la que vino era entrevistar al supuesto hijo del presidente Evo Morales con la señora Gabriela Zapata. La cadena televisiva estadounidense tendría la “exclusiva mundial” (sic). Debió ser muy frustrante para el periodista del rincón, quien incluso superó una “trama legal”, enterarse de que su realizada entrevista (“les cuento que la misión está cumplida”, celebró en otro tuit) era una estafa. Y es que en vez de la exclusiva mundial que iría a lanzar CNN en el programa Conclusiones, a tono con la gran mentira tejida en torno al caso Zapata, entrevistaron a un niño que, delitos de por medio, fue suplantado.
A reserva del agitado intercambio verbal de estos días entre el Gobierno boliviano y CNN, quedan algunas preguntas con relación a esta pifia periodística mundial: ¿quiénes contactaron al medio para la exclusiva?, ¿por qué dos voceros de la oposición anunciaron por anticipado la entrevista de marras?, ¿se pagó por ella al entorno Zapata?, ¿CNN supo del menor suplantado y por ello decidió no difundirla? Vaya “asignación especial”.