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Cultivos de coca

De acuerdo con estimaciones de la UNODC, los cultivos de coca en el país se redujeron de 20.400 a 20.200 hectáreas (ha) entre 2015 y 2014. Si bien esta disminución (del 1%) es la más baja desde que Naciones Unidas inició el monitoreo en 2003, no deja de ser relevante, sobre todo si se toma en cuenta que por ejemplo en Colombia los cultivos aumentaron en 39%.

En efecto, según estimaciones también de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en el país cafetalero las plantaciones pasaron de 69.000 hectáreas en 2014 a 96.000 en 2015. Y como es de suponer, este aumento se tradujo asimismo en una mayor producción de cocaína, que habría pasado de 442 toneladas a 615 en el mismo periodo. Los especialistas coinciden en que las negociaciones de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, por un lado, y la suspensión de las fumigaciones de glifosato utilizadas para eliminar estos cultivos en el pasado, por otro, explicarían en gran medida este aumento.

En cuanto al país, las imágenes satelitales y verificaciones en campo registraron leves reducciones en los Yungas (de 14.200 a 14.000 ha de coca), así como en el trópico de Cochabamba (de 6.100 a 6.000 ha); sin embargo, en algunas provincias del norte de La Paz se habrían incrementado unas 100 hectáreas.

Junto a estos datos, el informe señala que en los mercados de Villa Fátima y Sacaba (los únicos autorizados para realizar este tipo de intercambio), se comercializaron 21.201 t de coca en 2015, equivalentes al 65% de la producción potencial en el país, según el factor de conversión oficial, que es de 1,6 toneladas métricas de coca seca por hectárea. Empero, en el mismo documento la UNODC aconseja elaborar nuevos estudios para actualizar este factor, ya que según estimaciones internacionales el rendimiento de coca por hectárea sería mayor, entre 2,3 y 3. Y de acuerdo con estas tasas, el porcentaje de coca que se habría comercializado en los mercados autorizados sería menor, en torno al 50%.

Adicionalmente, cabe recordar que la venta de coca en alguno de los dos mercados legales antes señalados no es garantía de que ésta no vaya a ser utilizada para fines ilícitos, por cuanto no existen controles que hagan un seguimiento de la hoja comercializada. Por tanto, la cantidad que se desvía hacia el narcotráfico podría ser mayor a la estimada.

De allí la importancia de realizar estudios que permitan estimar con mayor precisión el potencial de producción de pasta base y de cocaína en el país, tal como recomienda la UNODC en su informe; y a la vez redoblar los esfuerzos por reducir el volumen de coca que sirve de insumo para la producción de droga; máxime tomando en cuenta que el tráfico de estupefacientes siempre viene acompañado de terribles males para la sociedad.