Icono del sitio La Razón

Dudas que aguardan respuestas

La plaza Abaroa debiera ser uno de los lugares más seguros de la sede de gobierno, pues además de un puesto policial ubicado en el centro de aquel lugar, en una de sus esquinas se encuentra el Ministerio de Defensa, resguardado las 24 horas por policías militares; y a pocas cuadras está el Comando General de la Policía. A pesar de ello, el viernes pasado, una mujer pidió auxilio a gritos porque presuntamente estaba siendo agredida por su pareja; pero el único en acudir en su ayuda fue Kemel Aid, junto a su hijo de 18 años. Como bien se sabe, lamentablemente este gesto de solidaridad y valentía le costó la vida, luego de forcejear y caer junto al agresor tres pisos, en el baño público apostado en aquel lugar.

Ha pasado una semana desde ese desafortunado incidente, y aún la opinión pública se pregunta por qué no intervinieron los uniformados que se supone deberían haber estado controlando el mencionado puesto policial; y lo propio respecto a los policías militares que resguardan el Ministerio de Defensa; más aun tomando en cuenta que el hecho ocurrió a las 21.00 horas y que a las fuerzas del orden se les paga precisamente por resguardar la seguridad de la población; amén de haber asumido como una prioridad la lucha contra la violencia de género. La ciudadanía espera respuestas.