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Diálogos con Chile

Heraldo Muñoz, el mediático canciller de Chile, había dado la bienvenida, por anticipado, a las autoridades bolivianas que pretendían viajar a los puertos que están, o deberían estar, al servicio del libre tránsito de Bolivia.

“Es bueno que venga (David Choquehuanca) y vea personalmente que el puerto de Arica está al servicio de Bolivia”, escribió Muñoz en su cuenta de Twitter el 11 de julio de este año. Y así fue, el Canciller de Bolivia aceptó el reto y visitó el embarcadero el 18 de julio junto a una delegación de autoridades, legisladores y periodistas. Fueron 40 personas. Y la invitación de Muñoz se transformó progresivamente en una descalificación progresiva de esta iniciativa; aunque los adjetivos enunciados desde La Paz tampoco ayudaron y enrarecieron el ambiente vecinal hasta el límite desconocido hasta ahora.

El silencio es una gran respuesta en diplomacia y es algo de lo que también se queja Choquehuanca cuando recuerda que aún espera que Chile llame a la consabida reunión de consultas políticas, donde se deberían resolver todas las observaciones y reclamos que hay sobre el cumplimiento del “más amplio libre tránsito”. Las quejas bolivianas no son de ahora, dice Muñoz. Pues bien, quizá sea hora de escuchar y dialogar con buena fe.