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Hidrovías, integración y desarrollo

El 22 de julio tuvo lugar en Montevideo el II Foro sobre Hidrovías para el Desarrollo y la Integración Suramericana, organizado y patrocinado por CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, bajo la visión de que los ríos y las cuencas hidrográficas son un factor de integración ya que promueven complementariedad, cooperación y alianzas en diversos sectores productivos. Como Secretario General de la CAN participé en el citado evento, haciendo énfasis en la potencialidad que tienen los cuatro países miembros al formar parte de las cuencas hidrográficas del Amazonas y del Plata. Son 7 millones de km2 que Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú poseen en conjunto en la cuenca del Amazonas (18,33% del total). En la cuenca del Plata Bolivia tiene 3,1 millones de km2 (6,4% del total), con un influjo sobre la hidrovía Paraguay-Paraná (que además le permite salir al Atlántico).

La presencia de Colombia sobre las cuencas del Orinoco y del Magdalena es de enorme relevancia pues en el río Orinoco y sus afluentes posee 642 km de aguas navegables, mientras que el río Magdalena (que se inicia y termina en territorio colombiano) cuenta con 1.540 km de longitud navegable. Me tocó recordar que Bolivia y Perú comparten la cuenca lacustre que tiene en el lago Titicaca al mejor ejemplo de integración, al punto que existe una Autoridad Binacional que regula la gestión de sus recursos hídricos.

Además, en las zonas de interacción fronteriza entre los países de la Comunidad Andina existen varias cuencas hidrográficas binacionales: Mira-Mataje en la subzona del Pacífico, Carchi-Guitara en la subzona andina y San Miguel-Putumayo en la subzona amazónica son espacios de confluencia entre las repúblicas de Colombia y Ecuador. A su vez, entre Ecuador y Perú podemos citar al Puyango-Tumbes, al Catamayo-Chira y al Mayo-Chinchipe, que se encuentran localizadas en las subzonas del Pacífico, andina y amazónica, respectivamente. Entre Colombia y Perú son relevantes los ríos binacionales Putumayo, Amazonas y Atacuarí. Finalmente los ríos Lanza y Heat son compartidos entre Bolivia y Perú.

En suma, la Comunidad Andina es un actor central en todo proyecto que apunte a convertir los ríos en hidrovías navegables. Bolivia posee además una posición geográfica muy particular, pues forma parte de la cuenca del Río de la Plata, lo que le permite a la CAN integrarse plenamente a los países del Mercosur en cuanto a navegabilidad se refiere, ya que la vía acuática Paraná- Paraguay permite a Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay transportar productos en grandes volúmenes. El comercio ha crecido de manera significativa gracias al uso de esa gran vía navegable que desemboca en el Atlántico y que cuenta con 3.302 km desde Laguna Cáceres (Bolivia) hasta el puerto Nueva Palmira (Uruguay).

Pero aún falta mucho por hacer, y por eso la CAF (ente financiero que nació en el seno del Acuerdo de Cartagena) visualiza la necesidad de apoyar a las hidrovías para lograr su plena navegabilidad con tareas como el dragado de ríos, señalización y el mejoramiento de la infraestructura portuaria, lo que impulsaría un mayor crecimiento económico en Suramérica, ya que las dificultades emergentes de los costos de transporte son aún evidentes.

En palabras del presidente de la CAF, Enrique García, “el papel que juegan las hidrovías va más allá de su contribución para mejorar la competitividad de los países e impulsar su inserción en los mercados globales, pues también constituyen un elemento natural importante para promover la integración económica y el desarrollo de sus áreas de influencia”. Es por ello que esa institución financiera ha decidido promover la creación de un programa regional para fortalecer las hidrovías en Suramérica, con una visión integral que implica el cuidado del medio ambiente, la cooperación entre Estados y la complementariedad.

La CAN ve con buenos ojos esta gran iniciativa y a través de su Comité Andino de Autoridades de Transporte Acuático deberá acompañar con un adecuado marco normativo (necesario e inherente a la navegación fluvial internacional) y así contribuir al caro anhelo de hacer posible mayor integración entre nuestros pueblos.

NdD. Después de un receso de seis meses, Walker San Miguel retoma sus aportes quincenales en La Razón, en una nueva etapa en la que abordará temas relacionados con la integración suramericana, aprovechando la perspectiva que ahora le toca vivir como Secretario Ejecutivo de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).