Inversión extranjera en 2015
Según el informe anual sobre inversión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la inversión extranjera directa neta (IED) recibida en Sudamérica en 2015 alcanzó los $us 131.000 millones, $us 21.208 millones menos que en 2014 (una reducción del 14%), $us 1.100 millones menos que la recibida en 2013 y $us 37.000 millones inferior a la recibida en 2012, año en que había alcanzado su máximo histórico de $us 168.000 millones.
A pesar de la crisis económica por la que atraviesa, Brasil fue el principal receptor de la IED, siguido de Chile, Colombia, Argentina y Perú, que en conjunto representan el 96% del total de inversión recibida en la región. Argentina, Venezuela y Ecuador registran un crecimiento de las IED respecto de 2014, en tanto que los países restantes de la región registran menores flujos de inversión externa. Se destacan los casos de Colombia, con una caída del 26%; Uruguay, del 25%; Brasil, del 23%; y Bolivia, con una reducción del 22%.
De acuerdo con el mencionado informe, Bolivia y Paraguay son los países que menores flujos de inversión extranjera directa recibieron en 2015. El año pasado Bolivia recibió $us 503 millones de IED, por debajo de los $us 648 millones recibidos en 2014, y apenas el 29% del monto recibido en 2013, año en el que se alcanzó un récord histórico de $us 1.750 millones. Del total de IED en la región en 2015, el monto recibido por el país representó apenas el 0,4%, muy inferior al 1,4% de 2014, lo que pone en relieve que un mejor desempeño económico es condición necesaria, mas no suficiente, para atraer inversión extranjera.
De acuerdo con datos del Banco Central, la inversión extranjera bruta recibida en el país en 2015 fue de $us 1.060 millones, un 50% menos respecto a los $us 2.113 millones recibido en 2014. La salida de inversiones estuvo en torno a los $us 556 millones, inferior a los $us 1.465 millones registrados en 2014. Del total de la inversión extranjera bruta recibida en el país, el 65% se dirigió al sector de hidrocarburos; 17% a la minería; 8% a transporte, almacenamiento y comunicaciones; y el restante 10% a otros sectores. En 2015, por segundo año consecutivo, la inversión extranjera en el sector de hidrocarburos se redujo, pero en esta oportunidad representó un preocupante 49% respecto a la alcanzada en 2014. Mayor fue la caída en el sector de la industria, donde la inversión extranjera se redujo en 94%, cuando en los pasados años había registrado continuos crecimientos. La inversión en el sector minero también se contrajo en un 13%. Los únicos sectores que registraron mayores flujos de inversión respecto de 2014 fueron transporte, almacenamiento, comunicaciones y otros servicios.
El comportamiento de la inversión extranjera no se ha modificado respecto de los años anteriores, ya que se sigue centrando en los sectores extractivos de materias primas que desde hace más de tres años registran una tendencia descendente en sus precios. Por otra parte, en circunstancias en que el país requiere de importantes montos de inversión en el sector de hidrocarburos a fin de descubrir reservas de gas suficientes y necesarias para renovar el contrato de exportación con Brasil, que vence en 2019, y también para desarrollar y diversificar el sector productivo nacional y la oferta exportable, que la inversión extranjera se haya reducido significativamente en ambos sectores claramente no es una buena noticia.