Lactancia materna
La lactancia es el método de alimentación infantil más seguro, saludable y el menos costoso.
Desde hace varios años la OMS impulsa durante los primeros días de agosto la “Semana de la lactancia materna”, a fin de promover en todos los rincones del mundo esta práctica, tanto más importante por cuanto conlleva muchos beneficios para la salud física y mental de los bebés, así como también para las madres y la sociedad en general. Y este año no fue la excepción.
En efecto, este 2016 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido poner énfasis en la importancia de la lactancia materna para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ya que puede y debe ser entendida como una inversión relacionada con la salud que mejora el desarrollo económico y social de todas las naciones. Y es que la lactancia materna de manera exclusiva durante los primeros seis meses proporciona al recién nacido todos los nutrientes que necesita para su crecimiento y su salud; luego, hasta los dos años, se debe complementar su nutrición con el consumo de otros alimentos. En cuanto al calostro, la leche amarillenta y espesa que se produce al final del embarazo, la OMS explica que es el alimento perfecto para el recién nacido, y que su administración debe comenzar en la primera hora de vida, ya que este producto, aunque pudiera parecer escaso, es suficiente para el bebé en esa etapa.
Para mayor comprensión, expertos de la Fundación Suiza para la Ciencia publicaron a principios de año una investigación en la que se explica que la leche humana contiene más de 200 azúcares distintos, cuatro veces más que la leche de vaca, fundamentales para el desarrollo del sistema inmunológico de las personas, especialmente en lo que respecta a infecciones gastrointestinales. Además destacan la presencia de anticuerpos que la madre traspasa al lactante, principalmente durante el primer mes de vida.
A todas estas bondades huelga recordar que la lactancia es el método de alimentación infantil más seguro, saludable y el menos costoso: siempre está listo, no requiere preparación ni combustible, no demanda tiempo para su preparación ni esterilización y ahorra agua. A ello se suma su valor ecológico, pues evita la contaminación del medio ambiente. Por si todo lo anterior no fuese suficiente, las investigaciones han corroborado que esta vía a través de la cual la madre transmite a su hijo herramientas críticas para su supervivencia es de doble sentido, pues la lactancia protege a las madres frente al cáncer de mama y de ovarios. Por último, existen registros que relacionan una menor incidencia de maltrato intrafamiliar en familias que han dado de lactar a sus hijos.
En resumidas cuentas, son muchas las bondades de la lactancia materna como para no promover su práctica a tiempo y a destiempo, por medio de acciones orientadas a mejorar las políticas públicas y los programas dirigidos a su protección, promoción y apoyo.