Salvar al agro
Corresponde ahora asegurarse que esos recursos en favor del agro no sean desviados.

En ocasión de celebrar el 2 de agosto, Día Nacional de la Revolución Agraria Productiva y Comunitaria, el presidente Evo Morales anunció la promulgación de 13 decretos supremos para proteger la producción agropecuaria y mitigar los efectos de la sequía que este año asola al país. El Mandatario hizo énfasis en la necesidad de prever y construir para el futuro.
La primera medida anunciada fue la entrega de Bs 48 millones destinada a cisternas para la dotación de agua y la compra de alimento balanceado y forraje para el ganado de las familias perjudicadas por la sequía. En la misma línea, el Presidente anunció la creación del Programa Nacional de Perforación de Pozos de Aguas Subterráneas, bautizado “Nuestro pozo de emergencia”, que incluye la compra de 47 perforadoras, que serán distribuidas en Oruro, Potosí, Chuquisaca y Tarija, además de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Desarrollo Rural.
Asimismo, señaló que se ha garantizado una inversión de Bs 1.281 millones para proyectos de riego, gracias a un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo, que será canalizado por el Ministerio de Planificación del Desarrollo. En ese marco, Morales recibió el miércoles en Santa Cruz 141 proyectos, de 46 de los 55 municipios de ese departamento, por un valor mayor a los Bs 134 millones.
Otra medida destacable es la decisión de permitir a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) la entrega de semillas de papa, maíz, arroz y trigo, además de forraje, a crédito y sin intereses, así como la reprogramación de créditos que ya fueron concedidos. También se anunció la creación de una nueva institución de fomento agrario que reemplazará al fallido Fondo de Desarrollo Indígena Originario Campesino (Fondioc), con un presupuesto inicial que permitirá distribuir Bs 4 millones a cada municipio del país, con la condición de que sean destinados exclusivamente a proyectos productivos y ya no a obras de infraestructura.
Otras determinaciones tienen que ver con un procedimiento especial para que el INRA verifique la función económica social de las áreas afectadas por la sequía, un programa de fortalecimiento de la cría de camélidos en el Altiplano, la exención de impuestos para mercadería de donación, la contratación directa de bienes y servicios para atender daños por fenómenos climáticos, mecanismos para facilitar la importación de maíz, y la decisión de permitir a Emapa la compra de maíz a mayor precio para promover el cultivo de este cereal.
Considerando que siete de los nueve departamentos de Bolivia sufren los rigores del cambio climático, agudizados por el fenómeno de El Niño, las medidas anunciadas el martes debieran servir para efectivamente proteger al sector agropecuario. Lo que corresponde ahora es asegurar el mayor control —fiscal y social— para evitar que esos recursos sean desviados, causando más daño social y político.