Voces

Sunday 8 Sep 2024 | Actualizado a 03:32 AM

Chile nos duele

Hay un pueblo que no tiene nada que ver con las cinco o seis familias dueñas del territorio chileno.

/ 7 de agosto de 2016 / 04:29

Chile es parte del imaginario y el pensamiento del despojo permanente para Bolivia. Recordemos que la “guerra del gas” de octubre 2003 empezó como algo intuitivo en la población, como reacción a la advertencia de que nuestro gas iba a ser vendido a Estados Unidos pasando por Chile. Lo que más indignó a la población no fue tanto que las empresas transnacionales gringas eran las que más se iban a beneficiar con este negocio, sino que nuestro gas iba a pasar por territorio chileno.

¿Qué nuestro gas pase por Chile? No pues, ¡por Chile absolutamente nada! Y al grito de “¡chilenos ladrones!”, empezó un camino que en un principio no produjo reflexiones ni diálogos más profundos; pero luego, como resultado de esa cruzada política, logramos recuperar la dignidad de nuestro pueblo y la ubicación de los verdaderos ladrones del gas, de los depredadores de los regalos que la Pachamama hizo a sus wawas aquí en el territorio de Bolivia, como los minerales, la madera, etc.

El caer en cuenta que hay un pueblo chileno que no tiene nada que ver con las cinco o seis familias dueñas del territorio del país vecino ha sido algo muy importante, que hoy nos permite, de ambos lados de la frontera impuesta entre Bolivia y Chile, encontrar espacios de diálogo y coordinación de luchas entre hermanas.

Santiago de Chile es una ciudad inmensa, con costos de vida insoportables que son disimulados con las tarjetas de crédito. Este sistema tiene moralmente atrapada a la gente en un imaginario de deudas; y esta forma de sometimiento rige en gran parte del territorio chileno. Antes que una conciencia de explotados o explotadas se tiene una conciencia de deudores; y eso resta fuerza para luchar y rebelarse, porque instaura en el imaginario de la gente una existencia ilegal, ilícita, una culpa; aunque en realidad son víctimas del capital y del neoliberalismo.

Calama es otra herida en nuestros pueblos. En la actualidad, los territorios del norte chileno son clasificados por el Estado como zonas contaminadas, zonas saturadas, zonas de peligro y zonas de sacrificio. La sinvergüenzura y el cinismo de las compañías transnacionales, de las empresa de explotación del cobre y del plomo y de otras firmas responsables de la contaminación de ese territorio llegan al extremo de afirmar que en algunas de aquellas zonas contaminadas todavía se puede vivir, mientras que otras han sido calificadas de alto riesgo, pero de todas maneras hay personas viviendo en esos lugares. ¡Imagínense!, zonas de sacrificio. O sea, nuestras hermanas y hermanos que viven en esos lugares van a morir —ellas y sus wawitas— literalmente “hechos mierda”.

Es imprescindible sentir al pueblo chileno con el corazón, con la compasión y la rabia digna de nuestras luchas de hermanas y hermanos. Debemos separar aquellos cuerpos hermanos de la prepotencia y de la verborrea soberbia de la ignorancia, expresión de los sectores dominantes y gobernantes.
En Antofagasta acaban de prohibir la fiesta de la comunidad boliviana por el 6 de agosto. Esto demuestra la amargura de quienes son derrotados por la alegría de quienes celebramos el “mar para los pueblos”.

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Que el pueblo decida

/ 18 de agosto de 2024 / 00:09

Estamos en momentos muy importantes de la historia de la humanidad, esos momentos que ciertamente podemos decir que tenemos la suerte de vivir y estar, en la plenitud de nuestras vidas, plenitud que nos permite poder entender mayores elementos de la realidad, que cuando éramos jóvenes, sin duda, esos elementos se nos habrían escapado.

Ciertamente son momentos de crisis del sistema de dominación y una especie de desconcierto de las organizaciones y movimientos revolucionarios. Entonces, lo que podría ser una oportunidad de construir los procesos revolucionarios, para lograr derrotar este sistema, se vuelve contra nosotros y nosotras mismas. Este sistema de opresiones cada día nos muestra el deseo necrófilo que los alimenta, son personas que constituyen el grupo privilegiado, por este sistema de muerte y que no tienen ningún escrúpulo, no esconden sus angurrias, ni sus contradicciones.

Para enfrentar surge lo insospechado, desde los propios pueblos, que en medio de la desesperación de políticas neoliberales criminales, se gestaban las respuestas y las organizaciones sociales, que se paran delante la impunidad y plantan sus vidas y las de la madre y hermana naturaleza como testimonios, de que en este planeta, la vida debe correr en abundancia y no solo para el mal vivir, de un grupito de ladrones y criminales de la humanidad y del planeta.

A esas violencias estamos enfrentando tanto en Bolivia, Venezuela y Palestina como ejemplo de las luchas que hoy nos hacen figura. Es esa confrontación sobre la que tenemos que tomar posición en Bolivia, pues la llamada democracia, como instrumento de este grupito, ya no les esta funcionando tan bien como otrora. Hoy los pueblos sabemos usar el voto para acumular energías de transformaciones radicales.

En Bolivia estamos ante el planteamiento del referéndum, que en si es un instrumento para ser usado por la voluntad popular, el problema es que hoy, tenemos a las redes sociales de un lado y toda la desinformación y mentiras que trabajan hábilmente y son capaces todavía de engañar pues, por ejemplo el referéndum del 2016 sobre la reelección de Evo, fue olímpicamente manipulado, desde el racismo y desde un purismo hipócritamente cristiano.

Hoy el Referéndum el gobierno, lo plantea como un ardid, lamentamos decirlo pero no somos, tontas, es una trampa para no dejar decidir al pueblo, si quieren o no, al hermano Evo Morales como presidente. Quieren una doble elección. ¡Qué es eso! Aprendieron a mañudear de la derecha y eso no es correcto, basta ir a elecciones con Evo como candidato y que el pueblo decida. ¿A que tienen miedo? ¿A que gane las elecciones y sea el próximo presidente? ¿El indio de nuevo? ¿Eso no se llama racismo y colonialismo izquierdista? Si el gobierno tiene los aparatos y el dinero del Estado para garantizar elecciones limpias y si en realidad, lo que les interesa es la voluntad popular. Entonces es una vergüenza lo que están haciendo y eso duele, porque a algunos y algunas les consideramos compas. Duele e indigna, afirmamos nuestra palabra que el pueblo decida, si quiere a Evo como presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia el 2025.

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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Injerencia cantada

/ 4 de agosto de 2024 / 00:05

El Gobierno de EEUU representa los intereses de pequeños grupos de poder económico que gracias al régimen capitalista del mundo, hoy manipula los millones de esferas de la vida de la madre naturaleza y la humanidad. Sin duda que este régimen está en crisis, pero de ninguna manera está dispuesto a dejar de tener el autoplacer morboso y pervertido de sentirse dueño del planeta.

En tanto y cuanto las practicas sádicas de este grupito de élite mundial se mantengan en su privado, allá ellos y ellas con sus fantasías. El problema es que lo estrellan contra billones de seres humanos y humanas, a quienes están dispuestos a torturar y matar si no les satisfacen calladitos y calladitas. Eso es lo que hoy está viviendo el pueblo venezolano, que es sometido a más de 900 sanciones. Fue robado el dinero que tenían en bancos extranjeros e incluso fue prohibida la venta de mascarillas y vacunas a Venezuela, en plena pandemia del coronavirus. Es un pueblo valiente que soportó en sus cuerpos toda esta tortura cotidiana, castigo impuesto por no someterse a la voluntad del poder imperialista del capitalismo mundial, que hoy tiene en EEUU a uno de sus representantes.

Las elecciones de Venezuela tienen un antes, durante y después, fuimos invitadas a ser veedoras y observadoras de este proceso sobre el cual, en cada paso de la información recibida, estuvimos informando en nuestras redes. Es un sistema blindado en cuanto a lo que se refiere a retratar fielmente la voluntad popular, demostrar los resultados y recibir cualquier tipo de auditorías sobre la veracidad de cada voto. Los resultados iniciales muestran un número de abstención que subió desde la última votación, pues en Venezuela no es obligatorio votar, es un derecho del pueblo. Debido a tantas sanciones y bloqueos, claro que subió la abstención y bajó la votación de Maduro, pero al 80% de los resultados, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que por ley es el único que puede darlos, proclamó —por esa tendencia irreversible de votos— a Nicolás Maduro presidente electo de Venezuela, sufriendo un hackeo de la web del CNE y la retardación de transmisión de datos.

La democracia ya es un instrumento que los pueblos aprendimos a manejar y ese es el problema para el régimen imperialista del capitalismo, por eso donde no pueden ganar, adelantadamente gritan fraude. Ya lo hicieron en Bolivia, hoy lo hacen en Venezuela. No les interesa verificar los resultados, hasta hoy en Bolivia siguen gritando fraude, cuando se demostró que nunca hubo tal hecho y que las autoridades electorales fueron injustamente maltratadas por los fascistas bolivianos. Eso sucede hoy en Venezuela, repito que no les interesa la verdad de los resultados.

Falta un porcentaje de los votos por ser verificado oficialmente por el CNE de Venezuela, pero miren cómo EEUU ya tiene “su presi” para Venezuela, como en Bolivia se inventaron a la “presi Áñez”. No están dispuestos los y las fascistas a esperar en paz la proclamación oficial del 100% de las actas y realizar todas las auditorías que quieran. No, no les interesa, quieren violencia y cuando no pueden, quieren dar la impresión de violencia en Venezuela, para que se justifiquen más sanciones e incluso una ocupación militar como en Palestina. No quieren la verdad, quieren seguirse masturbando con el dolor de los pueblos. ¡Viva Venezuela soberana!

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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Les ridicules todes

/ 21 de julio de 2024 / 00:04

Tanto el lenguaje, como cada una de las palabras, forman parte del sistema de comunicación que expresa nuestras concepciones del mundo; es a través del lenguaje que comunicamos las experiencias de nuestros cuerpos y nuestras vidas.

El idioma castellano fue un instrumento de dominio e imposición colonial, es con la lengua castellana que pretendieron hacernos olvidar nuestra filosofía, nuestra espiritualidad, nuestras formas propias de ver el mundo, la vida, la muerte, la felicidad. Nuestros y nuestras antepasadas resistieron y gracias a ellas mantenemos nuestros idiomas, nuestros pueblos y nuestras culturas. De todas las maneras resistieron y por eso existimos y seguimos floreciendo. En Bolivia hemos logrado en algunos aspectos del castellano, incluso impregnarlo con nuestras lenguas propias, aymara, quechua, guaraní, el lenguaje cotidiano de nuestros pueblos. Mucho más podemos entender nuestra presencia cuando sabemos mirar nuestras culturas en el entretejido social de nuestro querido país. En eso radica lo histórico del proceso de cambios revolucionarios que tiene en la raíz a los pueblos indígenas originarios.

El lenguaje articulado en los discursos es también capaz de crear realidad, o más bien imponer una percepción de la realidad. Ahí radica el interés de los grupos dominantes de controlar la educación y los medios de comunicación, pues es desde estos espacios que pueden manipular los imaginarios sociales en nuestros territorios.

Las luchas de las mujeres en el mundo y también en Bolivia han consistido en visibilizar sus cuerpos como parte constitutiva de la humanidad y no un simple accesorio de los cuerpos hombres. Desde la Revolución Francesa de 1789, las feministas luchan para que las mujeres figuren en los discursos de ciudadanía, de los derechos de humanos y humanas, derechos de los ciudadanos y las ciudadanas. Es esta insistencia que ha llevado a las mujeres a permanentemente luchar y corregir los discursos exigiendo la inclusión de “las” y no solo quedarse en “los”. Ya más o menos lo teníamos logrado, ya a regañadientes se usaban “los” y “las” como parte de las victorias de las mujeres en el lenguaje.

Pero el sistema patriarcal reaccionó porque de lo que se trata es de borrar a los cuerpos de las mujeres y hoy pusieron de moda les humanes. A través de las feministas liberales, que a título de muy inclusivas y modernas o posmodernas, hoy hablan un lenguaje ridículo en “e”, que a lo que apunta es a negar las luchas y existencias, de “las” mujeres. No están en cuestionamiento “los” hermanos hombres, las que estamos en cuestionamiento somos “las” mujeres porque somos “las” mujeres las que cuestionamos el masculino como inclusivo del lenguaje. No nos reconocíamos en: todos, los… etc. Que hoy son remplazados por: todes, les… etc.

Conclusión: las mujeres volvimos a desaparecer, si el patriarcado quiere cambiar “todos” por “todes”, que lo hagan. Nosotras seguiremos siendo “todas” y considero que ahora nuestra lucha en el lenguaje es que cuando oigamos “todes”, al unísono responderemos… “y todas”. Fuerza y buenas energías, hermanas.

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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Urgentes medidas económicas

/ 7 de julio de 2024 / 00:04

En este momento necesitamos un plan económico con medidas urgentes que nos muestren el camino para salir de la crisis económica en la que nos encontramos y que la estamos sufriendo. No es lo más importante saber si fue Auto o si fue Gol, para eso debe haber una investigación seria y transparente. No tenemos tiempo para ver capítulos de ninguna telenovela, necesitamos salir de esta inseguridad y angustia sobre nuestro día a día de la canasta familiar. Eso es lo más importante.

Desde el Feminismo Comunitario de Abya Yala siempre lo estuvimos diciendo: el presidente Arce debe acabar su mandato y en las próximas elecciones debe candidatear el hermano Evo Morales, que es el líder histórico de nuestro pueblo, eso está claro para nosotras.

Ahora, el problema hermano Evo es que demuestres que eres nuestro compañero y hermano, aquel que tuvo que renunciar en el golpe de 2019 para cuidar la vida de nuestro pueblo, para que no nos maten. Sabemos que las y los golpistas igual nos mataron a 38 compañeros. Hermano Evo, te repito, tú eres el líder histórico de nuestro pueblo, eres lo que tenemos. Esto no quiere decir que no tengas errores y nosotras lo hemos señalado en su momento, porque esa es la responsabilidad de las organizaciones sociales, señalar los errores para que los corrijas y no ser llunkus, aduladoras y busca pegas. En este momento necesitamos tu madurez y la sabiduría de todo tu camino de dirigente: primero está el pueblo. Estamos pidiéndonos a la Pachamama y a nuestros y nuestras ancestras para que nos muestren el camino, hermano Evo, y puedas tener la humildad de caminarlo con tu pueblo, hermano.

El presidente Arce está cercado y confundido, no vamos a esperar por eso humildad; ojalá que sí, por el bien de Bolivia. Pero quien está en un hueco —a veces— por angustia, va a cavar más para abajo en vez de mirar para arriba, en vez de pedir ayuda y aceptar la mano para superar la caída. Repito, ojalá que Luis también entienda, que más allá de la familia, los amigos y amigas, está el pueblo que votamos por él, esperando y confiando que haga una buena gestión. Esperando que gobierne para recuperar nuestro proceso de cambios revolucionarios arrebatado por la derecha internacional y nacional, que hoy están felices de ver que nos estamos destruyendo entre nosotros y nosotras.

El Estado Plurinacional, Social y Comunitario, por el que luchamos para construir el “vivir bien” plasmado en nuestra nueva Constitución, es lo que está en peligro. La embajada norteamericana, los angurrientos del litio y las riquezas de Bolivia, son quienes tienen sus infiltrados e infiltradas de un lado y del otro, esos canallas imperialistas y continuadores del colonialismo son quienes aprovechan nuestros errores y planifican la derrota de nuestro pueblo. Las organizaciones sociales somos responsables de estar en ch’ampa guerra en vez de proponer salidas a la crisis económica. Sabemos que el actual Poder Judicial, autoprorrogado, no va a hacer una investigación transparente, pero el principio constitucional y revolucionario es que los militares no deberían ni deben salir a las calles para apuntar sus armas contra el pueblo, sea por ensayo, sea de a deveras, sea para dar consejos, mucho menos para dar golpe. Los militares no deliberan políticamente.

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria

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Cuál democracia

/ 23 de junio de 2024 / 00:03

En la soberbia colonialista que impera hasta hoy en día, se asevera que el sistema de gobierno que la democracia legitima sería el mejor medio para —dicen— elegir a los gobiernos que se encargarán de administrar una nación, apoyados en el voto popular.

Pero no son solo esos elementos anteriormente citados, en realidad es un conjunto de medidas, instituciones y símbolos que lo que pretenden es legitimar el gobierno de unos pocos sobre la mayoría. En ese llamado camino de las prácticas democráticas, en un inicio las mujeres y quienes no tenían bienes, es decir los hombres pobres o empobrecidos, no tenían derecho a participar, ni elegir ni ser elegidos. Eso estamos hablando en Europa, en la llamada Revolución Francesa.

El camino en nuestro país no fue diferente, también la democracia sirvió a unos pocos. La democracia caminó por los mismos pasos, los que votaban eran los doctores y los propietarios. Las mujeres, los y las indias no votaban y peor, tampoco podían aspirar a ser elegidos. Claramente en 1952, con la movilización popular se pretendió cambiar las cosas. Fruto de una guerra, la del Chaco, donde mi abuelo —indio aymara— Basilio Paredes luchó en Boquerón y fue declarado héroe, así muchos hermanos, abuelos y padres, fueron a luchar en una guerra que permitió a esa juventud tomar conciencia de la magnitud de lo que era Bolivia y lo que significaban los rancios resabios del feudalismo colonial. Claramente también, la movilización no tuvo como resultado democratizar ni el gobierno, ni la riqueza, ni los derechos sociales, se lo repartieron. Se encumbró a la rosca de los nuevos doctorcitos, que crearon un populismo clientelar.

Desde ahí para adelante, los grupos modernizadores del Estado boliviano se tentaron a construir una nación en el sentido capitalista y burgués, pero fracasaron, cayeron en las garras del imperialismo norteamericano y de ahí en adelante, nuestra querida Bolivia se manejó a gusto y paciencia de los gringos colonialistas, afincados en el norte de nuestro hermoso continente. Cuando les convenia a los gringos había elecciones y con candidatos de su gusto, pero cuando las cosas estaban poniéndose a favor del pueblo, obviamente no les convenia y ahí vinieron los golpes de Estado.

Fue nuestro pueblo, hombres y mujeres que logramos poner a nuestro hermano Evo, que es un símbolo de lo que estábamos buscando desde nuestros antepasados, eso es autogobernarnos. Con todos nuestros errores, este proceso de cambios revolucionarios rompió con ese ciclo. Entonces, todas estas jugarretas del tribunal electoral y del gobierno del presidente Arce dan pena, rabia y vergüenza que caigan en semejantes contradicciones; el enemigo no es el de al lado. No hay un proyecto que recoja la voluntad de participar y decidir con deliberación y propuestas, eso no hay. Un solo ejemplo, pregunto: ¿qué vamos a hacer con los cooperativistas mineros que envenenan los ríos? y ¿qué vamos a hacer con la banca privada que gana de sentada? La democracia tiene que servir para participar, proponer y decidir.

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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