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Atropellos ‘choferiles’ en El Alto

Días atrás, el director de Seguridad Ciudadana de El Alto denunció que en los últimos tres meses al menos 22 guardias municipales sufrieron lesiones de diversa gravedad en los pies luego de ser arrollados por choferes de minibuses. Algunos de los afectados incluso tuvieron que ser hospitalizados, entre ellos una funcionaria que recibió 13 días de impedimento y tuvo que ser enyesada para sanarse de sus heridas. Según explicó la autoridad policial, todo indica que estas acciones se cometieron de manera premeditada, como una suerte de venganza por las infracciones que la Alcaldía alteña está aplicando a los conductores del transporte de pasajeros.

Este tipo de agresiones (físicas y verbales, pues además de ser atropellados los guardias municipales reciben insultos cotidianamente) pueden ser leídas como síntomas de un fenómeno definido por los sociólogos como anomia social, que se caracteriza por la falta de respeto hacia las autoridades y hacia las normas en ciertos sectores de la población; y que deviene en gran medida por la ausencia de figuras de autoridad en las instituciones públicas y en los hogares que inculquen entre sus subalternos e hijos valores y normas con base en el respeto y la integridad, y no por medio de amenazas o golpes.