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Internet móvil

Una de las grandes tendencias en el mundo es el creciente tráfico de datos a través de dispositivos móviles (teléfonos inteligentes y tablets, principalmente) y Bolivia no es la excepción: según la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), cerca de 5 millones de personas acceden a internet a través de sus celulares.

El dato de por sí ya es sorprendente, pues muestra que casi la mitad de la población total del país tiene un teléfono inteligente (o smartphone) y lo usa no solo para comunicarse telefónicamente, sino también para navegar en internet y usar aplicaciones asociadas a la red de redes. Pero si eso fuera poco, los datos del ente regulador de las telecomunicaciones revelan que se trata del 75% del total de conexiones a internet en el país, calculadas, hasta junio de 2016 en 6,7 millones; es decir, casi siete de cada 10 personas en Bolivia tienen acceso a las “carreteras de la información”.

Hay más: hace 10 años, en 2006, había 170.782 conexiones activas a internet y prácticamente todas eran fijas (por cable dedicado, por conexión inalámbrica o, en menor medida, a través de la red telefónica); desde entonces hasta ahora esa cifra se ha multiplicado por 40. El Jefe de la Unidad de Fiscalización Técnica Económica de la ATT explicó que el crecimiento de las conexiones a través de teléfonos inteligentes se debe a la velocidad que ofrece esta vía y la necesidad que tienen las personas de estar conectadas mientras están en movimiento, la cual sin duda es reciente, pero al mismo tiempo creciente entre la población no solo urbana.

Además de la comodidad que implica la conectividad móvil, frente a las conexiones fijas, hay otras diferencias importantes: la velocidad de navegación, por ejemplo. Según el mencionado especialista de la ATT, mientras el promedio de velocidad de una conexión móvil es de 9 megabites (mb), llegando en algunos casos hasta 29 mb, la velocidad de las conexiones fijas es de 5,3 mb.

Otra diferencia fundamental es el costo; las conexiones fijas terminan siendo menos costosas que las móviles, pues mientras las primeras tienen un costo fijo y acceso ilimitado, las segundas, desde los equipos celulares, se cobran por cantidad de datos transmitidos. Con todo, el gran volumen del tráfico de datos a través de las redes celulares permite a las empresas proveedoras del servicio ofrecer toda clase de promociones (habitualmente llamadas “paquetes”) que disminuyen significativamente ese costo.

Se trata, pues, de una revolución de las telecomunicaciones que a su vez está introduciendo profundos cambios en el modo en que se hacen los negocios globales (de ahí, por ejemplo, que los bancos estén introduciendo nuevos servicios virtuales), lo que obligará a todas las empresas a cambiar sus estrategias o quedar rezagadas ante los avances tecnológicos.