El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se unió a la fiesta del FestiJazz 2016 de la mano virtuosa del niño prodigio boliviano José André Montaño. Y es que verlo en el escenario cautiva, su dominio del teclado y el escenario es tal que le devuelve al jazz su esencia misma, el de la improvisación; y su naturaleza de niño aflora al ver cómo sus dedos juegan en el piano.

Pero, ¿por qué el jazz y qué tiene que ver Unicef en el asunto? El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha visto en los valores de la música en general y del jazz en particular una vía de promoción de la paz e inclusión social para todos los niños y niñas, especialmente para los que se encuentran en situaciones de desventaja. Con la generación de espacios para la inclusión de niños y niñas en la música, el arte y la cultura no solo se está dando una oportunidad, sino se está cumpliendo con un derecho y conduce a la superación de los obstáculos que atentan contra su desarrollo pleno, la pobreza y la exclusión, la discriminación y enriquecer su vida y la vida de la sociedad.

Hoy en día el jazz, categorizado como tal, es quizás uno de los ritmos musicales que más apasionan a viejos y jóvenes, mujeres y hombres, de Occidente y Oriente, con todas sus fusiones y subcategorías, reflejando la diversidad que existe en el mundo. El jazz también ha apasionado a José André, un niño boliviano de 11 años que desde pequeño ha encontrado en la música su oportunidad de expresarse libremente, de crear, de innovar, de conectarse con la gente y el mundo exterior, pero sobre todo, de ser un niño como cualquier otro, sin limitaciones (a pesar de sus múltiples desafíos físicos), sin discriminación, libre de soñar y de esforzarse para lograr esos sueños, en fin de ser feliz.

Conocí personalmente a José André. Ustedes pueden también conocerlo asistiendo a sus presentaciones o visitando su canal en YouTube José André Jazz Trío. Estoy segura de que después de verlo y escucharlo compartirán mi emoción.

Es muy probable que casi todas las personas coincidamos en que la niñez es la etapa más importante de nuestras vidas, porque todo lo que somos hoy en día lo empezamos durante nuestra niñez. También sabemos todos que esta importancia no se refleja coherentemente en las decisiones y actuaciones que tenemos como padres, como familia, como sociedad y como Estado.

Hay demasiados niños y niñas que se mueren a pesar de poder prevenir, demasiados niños y niñas sin familia, demasiados niños y niñas sin acceso de calidad a salud y educación, demasiados niños y niñas sufriendo violencia, y demasiados niños y niñas olvidados en la vorágine de la urgencia y en los debates del desarrollo económico que evade el desarrollo social y la construcción del capital humano, como si la economía se pudiera sostener sin justicia social y sin las personas.

Esperamos que la presencia de José André en el FestiJazz nos haga sentir nuevamente ese primer amor con nuestros hijos e hijas, y más aún con los niños y niñas de Bolivia. Pero sobre todo, que nos haga sentir el peso de la responsabilidad prioritaria que tenemos de proteger sus derechos y de promover para que todo niño y niña, sin discriminación alguna, pueda tener las oportunidades de desarrollarse y cumplir su sueño, como lo está haciendo José André.