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El ciberperiodista

Si hoy en día un periodista no lleva consigo un smartphone que le permita grabar audios, registrar imágenes y escribir en cualquier momento, se verá en un escenario de difícil competencia, pues el periodismo multimedia demanda este tipo de perfil profesional. Quedó atrás aquel “capo” en locución o redacción que dominaba diversas temáticas; lo que ahora se necesita son periodistas que nutran la información a cada instante y altos niveles de concentración.

Además de redactar correctamente una nota informativa, los periodistas necesitan saber aprovechar las potencialidades que conlleva un formato digital, es decir, herramientas multimedia como aplicaciones, audio, fotografía, infografía y video.  

Por otro lado, esta nueva dinámica, que apunta a ofrecer al lector de medios digitales algo distinto, novedoso y creativo, es asimismo riesgosa porque demanda inmediatez en la elaboración de las noticias y soportes que los acompañen (imágenes, videos y audios). Además, el uso de las nuevas tecnologías amplía la jornada laboral del periodista al extremo, pues la generación de información ocurre las 24 horas del día, lo que está cambiando las condiciones laborales del profesional, pues no solo debe trabajar en la búsqueda de la noticia en las calles, sino también en el monitoreo de datos desde que despierta hasta que se duerme.

Y aquellos periodistas que no se sumen a esta nueva lógica de trabajo, cuestionando acciones innovadoras e imposiciones dentro de una redacción, simplemente quedarán atrás, aseguran los especialistas.  

Una editora de un periódico digital de El País, de Uruguay, que hace cuatro meses visitó La Paz y que compartió su experiencia, subrayó que la tendencia de los medios es buscar periodistas que escriban para la edición impresa del día siguiente y a la vez elaboren un video con audio para el momento. ¿Será que las universidades públicas y privadas del país están formando a sus nuevos profesionales con este tipo de perfil?
Una de las competencias a desarrollar en las universidades debiera ser el uso y la práctica de todos los beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías, traducidas en aplicaciones que están cambiando las características y la rutina laboral de los futuros periodistas. No solo WhatsApp o Twitter, hay innumerables aplicaciones, como Ustrem, Periscope y Storify, que el oficio demanda conocer y aplicar para poder ser competitivos.

A aquellos periodistas de la vieja escuela que tienen el temor de lanzar una noticia por las redes sociales, ya sea por Facebook o por Twitter, los cibernautas les aconsejan iniciarse con herramientas donde fallar no sea algo crítico, sino más bien una experiencia educativa.