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Hacia la sostenibilidad verde

En los años de mi infancia, entre las décadas de los 70 y 80, recuerdo con gran emoción los viajes que hacía a la casa de mis abuelos en Miramar de Puntarenas, en Costa Rica. Allí pasaba gran parte de mis vacaciones escolares y disfrutaba del campo con mis primos y hermanas. Las mañanas iniciaban con el ordeño de las vacas, y después del suculento desayuno, nos dedicábamos a lo nuestro, jugar a exploradores y vaqueros, recorriendo los potreros y subiéndonos a cuanto árbol se nos pusiera enfrente, sin otro cuidado que no fuera pisar una serpiente o apoyarnos en una rama seca.

Fueron épocas inolvidables. Lamentablemente tengo otro recuerdo que también se quedó grabado en mi mente. El viaje generalmente lo hacía en autobús y demoraba unas dos horas y media entre la ciudad capital y nuestro destino final. Siempre me sentí intrigado e indignado al leer un mensaje que aparecía rotulado dentro del autobús, el cual decía algo así como “Demuestre su cultura y arroje la basura por la ventana”. Yo no podía creer la desfachatez con la que nos proponían mantener en orden y en estado de limpieza la movilidad que nos transportaba.

Este recuerdo, mi estimado lector, refleja la falta de conciencia medioambiental que existía en Costa Rica por aquellos años.  En la década de los 80, la cobertura forestal del país cubría tan solo entre un 21% y un 25% del territorio nacional, debido a la deforestación que se daba sin control alguno. Y tampoco existían políticas claras y decididas que se enfocaran a la protección ambiental. Los finqueros hacían y deshacían lo que les venía en gana con sus propiedades, sin considerar las consecuencias futuras de sus acciones. La protección medioambiental no era un tema en aquellos días.

Sin embargo, esta situación ha cambiado sustancialmente en las últimas décadas y Costa Rica ha logrado, mediante la aplicación de políticas gubernamentales y proteccionistas, con el apoyo del sector privado y la utilización de fuentes sostenibles de abastecimiento de madera, una cobertura forestal del 53% del territorio nacional. En pocos años hemos logrado crear conciencia medioambiental en nuestra población, sea cual sea el estrato socioeconómico.

Costa Rica ha logrado mediante la utilización de mecanismos y procedimientos más eficientes desarrollar un modelo o esquema de convivencia entre la producción alimentaria y la conservación de su masa forestal. Esto ha permitido un importante auge de las energías limpias o renovables, a tal punto que en este año llevamos cerca de 160 días continuos de generación eléctrica producida 100% por fuentes renovables y esperamos cerrar el año con solo un 2% de uso o producción de electricidad proveniente de energía térmica o fósil.

A pesar de que aún nos queda mucho camino que recorrer y metas y logros por alcanzar, recientemente el Happy Planet Index, un informe elaborado por la organización británica New Economics Foundation, concluyó que Costa Rica es el país más sostenible del planeta, gracias a la longevidad y felicidad de su población a un bajo costo para el medioambiente.

Aún existe mucho por hacer, la protección medioambiental es una labor continua y constante, el futuro de la raza humana depende de alcanzar un desarrollo sostenible. La mera existencia del hombre en el planeta conlleva un efecto negativo en el medio ambiente, formamos parte de la naturaleza, así que existamos, pero procurando el menor impacto posible por el bien de nuestras futuras generaciones. La Madre Tierra nos provee el sustento, así que es nuestra obligación cuidarla y fortalecerla.