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Bolivia y China

Las relaciones entre Bolivia y China han pasado del nivel de amistad al de la “confianza mutua”. Este salto fue confirmado hace algunas horas por el canciller de China, Wang Yi, durante su visita al país. ¿Qué implicará este proceso? El presidente Evo Morales ha señalado que se trata ya de una “alianza estratégica y geopolítica”; mientras que Wang sostiene que los valores de la “comprensión” y la “confianza” están en la base de este proceso diplomático y político de la historia del país.

De las palabras a los hechos: a fines del pasado año, el Vicepresidente del Estado comprometió una línea de crédito de $us 7.000 millones en China; y si bien esta operación aún no se ha materializado, el jueves el Canciller chino garantizó un préstamo de cerca de $us 5.000 millones para proyectos de infraestructura vial y energía, especialmente en la Amazonía, una de las regiones más aisladas del país. Se espera que estos recursos promuevan la inversión pública y el crecimiento.  

El desafío de la alianza, que también tiene páginas de cooperación militar, pasa por la transparencia. Se prevé que más empresas chinas lleguen al país con las perspectivas de mejorar sus propias ganancias. Lo deseable es que esta aspiración sea regulada de manera eficiente y con confianza, pero también de manera coherente y con rectitud.