El empoderamiento de la mujer
No podemos privarnos de las virtudes y extraordinarias capacidades que tienen las mujeres
Es incuestionable que a lo largo de la historia la sociedad castiga con mayor severidad a la mujer que al hombre. Desde un inicio, la mujer ha recorrido un camino empinado y plagado de obstáculos y dificultades, lo que se refleja en el escaso reconocimiento que ha tenido en la historia, la literatura, el arte y en la ciencia. Esta falta de protagonismo obedece tanto a los obstáculos que la sociedad les impone para desarrollar sus propias capacidades como a la falta de reconocimiento para aquellas que sí han logrado éxitos y conquistas.
La discriminación que sufre la mujer tiene múltiples formas; no goza del mismo acceso al trabajo que los hombres, su sueldo o salario en iguales puestos sigue siendo menor al de los hombres; se le dificulta más el acceso a los servicios financieros y a la información digital… y todo ello sumado a la violencia doméstica, producto de la sociedad machista en la que muchos hemos sido educados.
En pleno siglo XXI, con la información y el conocimiento al alcance de nuestras manos estamos en la obligación, como sociedad, de evolucionar y hacerlo de una manera más ágil y rápida que las generaciones anteriores. Debemos promover el empoderamiento de la mujer no solo por un tema de género, que debemos reivindicar, sino porque es beneficioso para el desarrollo mismo de la sociedad. No podemos privarnos de las virtudes y extraordinarias capacidades que tienen las mujeres, es el momento de garantizar igualdad de condiciones.
Son muchos los países que están desperdiciando gran parte de su mano de obra productiva, y es por eso que la inclusión efectiva de las mujeres en el mercado laboral no solo debe verse como un derecho y una necesidad, sino también y sobre todo como una oportunidad económica para cada país. Mientras más mano de obra capacitada se tenga, mayor producción habrá, lo que se traducirá en mayores y mejores índices económicos.
Recientemente, el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís (quien co-preside el Panel de Alto Nivel para el empoderamiento económico de las mujeres junto a la directora ejecutiva de IKEA-Suiza, Simona Scarpaleggia), presentó ante las Naciones Unidas siete propuestas concretas que pretenden facilitar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Estas propuestas buscan desarrollar mayor igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, la promoción y crecimiento económico sostenido e inclusivo, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, así como la reducción de la desigualdad en y entre los países.
Para conseguir una mayor igualdad es imprescindible cambiar la cultura y la práctica de hacer negocios; y ello solo se podrá hacer con la participación activa de los diferentes actores: el Estado, elaborando e implementando normas y políticas públicas acordes a los objetivos y velando por el efectivo cumplimiento de las leyes; el sector empresarial, incorporando a la mujer como mano de obra productiva y capacitándola; y la sociedad civil, apoyando las distintas organizaciones de mujeres para hacer sentir sus voces y promoverlas.
El cambio es irremediable, así que o tomamos el camino empedrado, resistiéndonos a lo sensato e inevitable, o decidimos participar activamente del cambio cultural, asegurándonos una mayor prosperidad para todos y un mejor país para las futuras generaciones.