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¿País altiplánico?

El 29 de octubre, la Cancillería de Chile emitió un comunicado de prensa referido al paro de funcionarios públicos de ese país y la situación en los pasos fronterizos que vinculan a Bolivia con el mar. El paro perjudicó el normal tránsito de camioneros bolivianos, aunque el tenor del documento califica de “infundada” esa afirmación. Pero más allá de esa problemática bilateral, que no es menor,  llama la atención el término que maneja, de forma oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile cuando se refiere a Bolivia como un “país altiplánico”.  Algo que además es totalmente inexacto.

Es cierto que en la jerga periodística, en el terreno deportivo y hasta político se usa ese tipo de clichés, pero en el ámbito diplomático urge el manejo de información precisa respecto a la diversidad geográfica de los países, especialmente vecinos.

Como apunte, el altiplano solo representa el 25% del territorio boliviano, el resto es valle, llano, trópico y amazonía. Sobre la base de esa básica referencia informativa, que hasta en el Google se puede hallar, no corresponde usar ese denominativo.

Este periodista-ciudadano demanda simple y llanamente “precisión”. ¿Es difícil? No creo. ¿Es necesario? Sí. No solo por un principio del uso correcto del lenguaje, sino por respeto al público, sobre todo a los lectores de medios escritos, en el entendido de que un periódico, a la larga, se convierte en texto histórico de consulta para las futuras generaciones en ambos países.
Cada que leo o escucho esa frase por parte de algún colega chileno, se me antoja ponerles en la misma vereda. ¿Qué sentirán o dirán cuando alguien se refiera a ellos como “mapochos o mapochinos”? Es cierto, el denominativo era utilizado, con mucha frecuencia en Bolivia, y en otros países.  No obstante, ese calificativo casi fue erradicado. Digo “casi” porque aún se lo usa, pero con una mínima frecuencia desde que la prensa boliviana dejó de utilizarlo por la sencilla razón de que se cayó en cuenta de que ese denominativo se le daba a la gente que habitaba los alrededores del río Mapocho, que cruza Santiago, la capital de Chile. Por tanto, se dejó de hacer esa “desinformativa” generalización.

Esta precisión también se hace urgente en momentos en que ambos países protagonizan un contencioso en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde Bolivia busca que se abra una negociación “de buena fe” para lograr una salida soberana al oceáno Pacífico; el tema está en la agenda cotidiana de los medios y la precisión ayudará a la comprensión de ambos países. Están otros temas y sus matices que atingen a ambos países como el Silala o el Lauca, además del reciente paro que afectó el libre tránsito de carga en circulación por puertos chilenos.