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Postelecciones en Estados Unidos

En mi último artículo mencioné tres eventos que ocurrirán hasta fines del presente año que podrían inquietar a los mercados. El primero de ellos, que ya ocurrió, era las elecciones en Estados Unidos; el segundo es la reunión que llevarán a cabo los países productores de petróleo a fines de noviembre para concertar un acuerdo a fin de limitar su producción y así apuntalar el precio del crudo; y el tercero es la reunión de los miembros del Banco Central estadounidense (FED) a celebrarse en diciembre para decidir si mantener o elevar la tasa de interés utilizada como referencia en EEUU.

La primera reacción de los mercados ante la tendencia de los resultados electorales que mostraban que Donald Trump se imponía a Hillary Clinton fue de incertidumbre, ya que las proyecciones de los principales índices accionarios estadounidenses y los principales índices de los mercados asiáticos que en ese momento se encontraban ya operando debido a la diferencia horaria mostraban importantes caídas, y en contrapartida el precio del oro subía. Sin embargo, al día siguiente de las elecciones, confirmado el triunfo del candidato republicano, los índices accionarios estadounidenses cerraron en terreno positivo y mantuvieron esa tendencia los siguientes días, alcanzando algunos de ellos niveles históricos. De igual manera los índices de las bolsas asiáticas y europeas se recuperaron, y el dólar se apreció respecto del euro, yen, yuan y algunas de las monedas latinoamericanas como el peso mexicano y el real brasileño. Los valores que sí se vieron afectados son los bonos soberanos estadounidenses, que registraron un incremento en sus tasas debido a la expectativa de que algunas de las medidas propuestas por Trump podrían generar mayor inflación.

Transcurridos más de 10 días de las elecciones en EEUU, los mercados bursátiles estadounidenses, europeos y asiáticos se mantienen en terreno positivo; el dólar continúa apreciándose; y las tasas de los bonos soberanos estadounidenses, al igual que los alemanes, mantienen una tendencia al alza, lo que está generando una salida de capitales de las economías emergentes ante la oportunidad de obtener mejores retornos a un menor riesgo.  

Entre tanto, los países productores de petróleo, miembros y no miembros de la OPEP, no están logrando acordar las cuotas de reducción correspondientes a cada uno de ellos y si algún país estará exento de esa reducción, lo que ha ocasionado que el precio del crudo ligero (WTI) se mantenga en $us 45 el barril. Con el triunfo de Trump, quien durante la campaña electoral ha propuesto dar mayor apoyo a la explotación no convencional estadounidense (lo que incrementaría la oferta de petróleo mundial), los países productores están más presionados para llegar a un acuerdo que contribuya a mejorar y estabilizar el precio del crudo en la reunión que celebrarán a fin de mes.

En cuanto a la decisión que deberá tomar la FED en diciembre respecto a mantener o incrementar la tasa de referencia, que se encuentra en el rango de 0,25%-0,50% desde diciembre de 2015, el buen desempeño que registra la economía estadounidense al tercer trimestre del año y las propuestas de Trump para aumentar el gasto fiscal, recortar impuestos y relajar la regulación que podrían impulsar más el crecimiento económico y la inflación inducirían al Banco Central estadounidense a acelerar el ritmo de incrementos de la tasa de referencia en el corto plazo.