Todos sabemos que aproximadamente tres cuartas partes de la superficie de nuestro planeta están cubiertas por agua. Sin embargo, muchas veces se confunde y se piensa que la Tierra está formada más por agua que por elementos sólidos. Para aclarar los órdenes de magnitud, si asimilamos el tamaño de nuestro planeta a una pelota de básquet, toda el agua junta cabría en una pelota de ping-pong. Del total de esta agua, solamente un 3% es agua dulce y poco menos del 1% está disponible para el consumo humano. En nuestra comparación, esto representaría un tamaño menor a un grano de arroz, dando cuenta de que este recurso es uno de los más preciados que tenemos.
Si tomamos como referencia el primer año de la era cristiana, se estima que en ese momento había cerca de 250 millones de habitantes en todo el planeta; hoy hemos superado los 7.300 millones, es decir que por cada persona que había el año uno ahora existen cerca de 30. Ahora bien, se estima que en el año uno cada persona en promedio no consumía más de 30 litros de agua por día. Hoy el consumo promedio es de aproximadamente 100 litros por persona al día, aunque este promedio está afectado por una varianza muy grande. Por ejemplo, en Bolivia el consumo de agua por persona va desde los 80 litros en ciertas regiones del occidente hasta 230 litros por día en el oriente del país.
Entonces, si el total de las personas que existían en el mundo el año uno consumían un total de 7.500 millones de litros de agua cada día, hoy el total de habitantes del mundo consumen 730.000 millones de litros de agua cada día. De estos datos no se deriva que consumimos más agua porque seamos capitalistas, neoliberales o malos tipos que no hacemos ofrendas a la Pachamama, sino simplemente porque la humanidad ha evolucionado y, con ello, se han incrementado sus necesidades, pero fundamentalmente, porque somos más. Según una proyección relativamente conservadora de las Naciones Unidas, en los siguientes 35 años se estima que la población mundial podría alcanzar los 9.700 millones de habitantes.
Pues bien, si les sorprendió la gran cantidad de agua dulce que actualmente utilizamos las personas en nuestro consumo personal, permítanme decirles que esos 730.000 millones de litros que utilizamos los seres humanos cada día, solamente representan el 8% del total del agua dulce que se gasta diariamente, el 70% se utiliza en la agricultura y el 22% en la industria, donde la minería es uno de los sectores que más agua utiliza y el que genera la mayor contaminación.