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La Paz Limpia, un contrato improvisado

Ni el Gobierno con el agua ni la Alcaldía de La Paz con la basura… La gestión de ambos servicios ha puesto en las últimas semanas a la ciudad en una preocupante situación, derivada de una coincidente ineficiencia.

A la crisis del agua, que tiene a los paceños sin la provisión normal por más de un mes, se suma otra de similar dimensión: un contrato improvisado para el servicio de recojo de basura cuya consecuencia es la suciedad en las calles de la ciudad.

El 19 de noviembre, La Paz amaneció llena de desperdicios domésticos e industriales. Un conflicto social en la empresa Sabenpe, encargada entonces del servicio, había obligado a la gente a sufrir el problema.

Al día siguiente, cuadrillas de trabajadores municipales y el alcalde Luis Revilla simularon tareas de limpieza. Contrariado por el paro de los trabajadores del recojo de basura, la autoridad informó del inicio de operaciones de una nueva firma, La Paz Limpia SA. Hubo expectativa porque el servicio sea mejor que antes…

Ahora, a más de dos semanas con la firma en las calles de la sede de gobierno, hay una persistente crisis en la gestión de la basura. No vemos camiones compactadores en las vías, solo camionetas y volquetas riesgosas para los trabajadores recogiendo lo que pueden. ¡Y calles, plazas y parques con desechos a montones, incluso más allá de las 08.00!

El propio presidente del Concejo Municipal de La Paz, Pedro Susz, consideró que “hay deficiencias muy notorias” en el servicio, a diferencia de la opinión de Revilla, que en Twitter intentó hacer creer, de manera temeraria, que el reportaje del diario La Razón que develó esas deficiencias responde a una “misma directriz” con otro medio de información.

Solo es explicable una situación así por estos datos: la Alcaldía de La Paz acaba de multar a La Paz Limpia SA con Bs 46.106 por el incumplimiento en los horarios de recojo de basura, cifra mayor en Bs 1.106 respecto de los Bs 45.000 con los que el 2 de agosto de este año fue creada la empresa. Sin experiencia, esta firma se asoció a Trebol, que opera en El Alto y que ahora le acredita ese prospecto para cumplir con los requisitos de la licitación del 1 de septiembre. La sociedad accidental tiene un contrato de 14 años para un servicio cuyo costo referencial alcanzará los Bs 2.988,1 millones.

Es más, los ejecutivos de la compañía buscan financiamiento para dotarse de maquinaria para sostener el servicio en una de las ciudades más pobladas del país.

Lo inexplicable del nuevo contrato es que se los haya firmado con una sociedad en estado de conformación. ¿Acaso no se esperaba un mejor servicio que Sabenpe, como lo anunció el Alcalde durante el paro que dejó sucia la ciudad?

Una empresa sin equipamiento, ni maquinaria ni personal, no tiene condiciones de trabajar bajo las exigencias de una ciudad que produce toneladas de basura, a las que se suma el riesgo de riadas en casa de desechos acumulados en las calles. Y una alcaldía que se jacta de buena gestión no puede improvisar un contrato de esa naturaleza.

Ya nos pasó a los paceños una situación similar con las nuevas tarifas del servicio público, que entraron en vigencia sin que los choferes garantizaran un buen servicio ni cumplimiento de reglas del “trameaje”.

En esta crisis de la basura, no podemos exigir a los vecinos guardar los desechos en casa mientras los compactadores no llegan; no podemos esperarlos semanas y semanas.